Gran reencuentro escolar
Antiguos alumnos del CP Ramón Calatayud se reúnen tras 27 años
En una época en la que las redes sociales siempre están en el disparadero y donde los comentarios sobre lo perjudiciales que pueden ser, un grupo de antiguo alumnos del entonces CP Ramón Calatayud, que mantienen el contacto gracias a un grupo de Facebook, decidieron organizar un reencuentro, sin pantallas de por medio, para celebrar que se cumplían 27 años desde que terminaron la ya extinta EGB.
La generación del 79 del CP Ramón Calatayud, ahora CEIP Antonio Prieto de la capital jiennense, volvió a verse las caras gracias a una propuesta de Ana Martínez que Antonio Díaz y Diego García se encargaron de materializar. La jornada constó de dos partes, la primera de ellas celebrada en el colegio, donde volvieron a recorrer los pasillos y el patio, recordando viejos tiempos y sintiéndose de nuevo unos chiquillos que correteaban detrás de un balón o jugaban al elástico en el recreo. Aprovecharon para visionar, en el salón de actos, un vídeo de fotografías antiguas de viajes realizados cuando cursaban la EGB que ayudó, aún más si cabe, a que cada uno de los asistentes se trasladara de nuevo a la niñez tantas veces añorada. También sirvió la oportunidad para hacer entrega de una placa conmemorativa al que fuera entonces director del centro y a quien ostenta ese puesto ahora después de realizar una ruta por el colegio donde tanto aprendieron y jugaron hace tres décadas.
Más tarde, se trasladaron al Hotel HO para celebrar una jornada de convivencia en la que florecieron las habituales batallitas en lo que fue un día entrañable y cargado de sentimientos y recuerdos de la infancia para el nutrido grupo de exalumnos que se dieron cita en este reencuentro.
La jornada sirvió para volver a verse las caras todos juntos, reír, llorar y rememorar. Tuvo sorpresas, además de mucha organización y trabajo detrás para que el día fuera lo más redondo posible. Pero, sin duda, si algo tuvo fue un mensaje: echar la vista atrás, en ocasiones como esta, siempre alegra y sirve para disfrutar con quienes fueron vitales en el pasado.