Al calor de las lumbres
Villanueva vive la noche de San Antón con sus luminarias
Más de veinte luminarias se encendieron en la fría noche de San Antón en Villanueva del Arzobispo, repartidas por varias calles y plazas. En todas reinaron el buen ambiente, los buenos alimentos y el vino de San Antón, que ayudó a caldear la noche y a aportar un punto extra de alegría.
Hubo lumbres de San Antón, conocidas en esta ciudad como “luminarias”, junto a la ermita de San Blas, en el quiosco del Parque San Blas, a las puertas de la casa de hermandad la Cofradía del Nazareno, en la calle Cruz Roja, en la calle Fuensanta —que la prendió el Hotel La Moraleda— y en las calles Fernando III, Alamillos, Murillo, Ramón y Cajal, Historiador Manuel Alcalá, junto al colegio público Fuensanta, en la Plaza de Santa Ana y en otros puntos de la ciudad. Catorce de las luminarias se habían inscrito en el Ayuntamiento y este les adecentó el lugar para que los vecinos estuviesen a gusto y se minimizasen los riesgos. Pero otras se hicieron a la antigua usanza, sin inscripción alguna.
En todas ellas hubo viandas a a la parrilla, vino de San Antón, mistela, el ajo atao, palomitas y otras exquisiteces que gustaron a niños y mayores y que hacen que esta tradición perdure.