Un paseo por las cumbres desde La Pandera

15 feb 2019 / 13:35 H.

Las alturas jiennenses son un privilegiado mirador desde el que es posible contemplar lo que, a pie de calle, no hay quien lo vea. En la estatura de La Pandera puso el trípode el fotógrafo y, como el que no quiere la cosa, consiguió una fotografía de cartel no apta para propensos a sufrir el síndrome de Stendhal, de tanta belleza como impone el Mulhacén cuando infla su pecho nevado y dice: “¡Aquí estoy yo!”. Cumbres y más cumbres que acercan el cielo a una provincia cuyo mar, por mucho que se empeñe lo azul, es verde olivo.