“Un maestro en
su profesión”

14 ene 2018 / 08:00 H.

Uno de los maestros de la profesión. Así estaba considerado Leonardo, procurador. Admirado y respetado por sus compañeros de profesión, dejó a sus amigos y familiares desolados con su marcha. Era un ejemplo para sus colegas, un espejo en el que mirarse para las personas más jóvenes.

Comenzó su andadura en el Colegio de Jaén en octubre de 1986, tras empezar su trayectoria profesional como funcionario de Justicia. Era un hombre activo y ansioso de conocimiento. Tal era su deseo de seguir aprendiendo que durante una temporada alternó su trabajo con los estudios de Derecho en la Universidad de Granada. Iba y venía varias veces por semana, en un continuo viajar sin perder de vista su querida ciudad natal.

Después de numerosos esfuerzos, decidió abrir su propio despacho como procurador del partido judicial de Jaén, en el que también eran miembros sus dos hijas, dos mujeres que persiguieron la misma pasión, unidos por una afición y una profesionalidad única, heredada en sangre y compartid en la familia con orgullo y respeto. Un amor presente en todo momento por el bien saber hacer.

Sin embargo, su marcha fue repentina a causa de un trombo que lo alejó de sus seres queridos. Ocurrió mientras trabajaba, su pasión y devoción. Los médicos lograron el milagro y lo reanimaron, pero de madrugada volvió a suceder y su cuerpo no pudo soportarlo. Deja atrás un legado ejemplar, donde su figura fue clave en el crecimiento de la institución en la provincia. Su nombre no desaparecerá, en absoluto. Su familia siempre lo tendrá presente, así como sus amigos y colegas. Porque Leonardo fue, es y será un maestro entre los procuradores, inolvidable en el mar de olivos.

Descanse en paz.