Sobresaliente Cum Laude

19 nov 2016 / 08:00 H.

La infausta noticia de tu fallecimiento me sorprendió. Con gran dolor repasé los múltiples momentos y situaciones que compartimos. Recuerdo cuando, a mediados del siglo pasado, me presenté en la antigua Redacción de Diario JAÉN, tú me recibiste con tu proverbial humildad enseñándome todos los rincones del viejo edificio y me presentaste al director de entonces, el cuál alabándote me indicó la importancia de vuestro trabajo y las dificultades del viejo periódico que veía la luz todos los días gracias al trabajo ingente de los pocos que conformabais la plantilla, con una parquísima remuneración y una gran cantidad de noticias y trabajos propios de los periodistas de aquella vieja escuela que, multiplicándose en sus tareas, aprendían en la dura facultad de la vida.

La sociedad de entonces, exigente y carente de recursos, os obligaba a los que hacíais el periódico a un pluriempleo compartido entre las instituciones de entonces que no podían costear lo que hoy, pomposamente, denominamos gabinetes de prensa. Ello te dio ocasión para ampliar tu sentido del humor, pues tu pluriempleo hizo que cuando dos de los jerifaltes se pelearon, al compartirte en tu trabajo, recibieras el encargo de escribir misivas de ataque y defensa de las que fuiste autor y receptor, hasta que firmaron la paz. Otra anécdota poco conocida fue cuando acompañando al obispo de Jaén en su visita pastoral por los pueblos, en uno de ellos en la zona de la Loma, engalanado con las colchas en los balcones y con los habitantes del pueblo y de la zona una de las beatas devotas del pueblo emocionada ante el boato de la comitiva obispal llena de entusiasmo gritó: ¡Viva el señor obispo, los fariseos y los escribas! Entonces tú, ante la reprimenda que seguramente se hubiera llevado el párroco del lugar por sus “enseñanzas evangélicas”, te acercaste al obispo y le diste tu interpretación de las palabras de la ignorante mujer, diciendo que lo de fariseos era por confusión en la significación del vocablo y lo de escribas era seguramente por haberle reconocido a él. Ante tu fallecimiento toda la prensa y sociedad jiennense resaltaron tus innumerables méritos y virtudes que fueron tantas que hicieron que carecieses de enemigos a pesar de los miles de artículos publicados. Tus inquietudes culturales, en los últimos tiempos, te llevaron a tratar de obtener el titulo de doctor sorprendiéndote la muerte antes de lograrlo. Pero hoy Gacelo, “tu pajarillo”, ha venido desde la otra dimensión en la que te encuentras para comunicarme que el más alto y sabio tribunal te ha examinado y concedido el merecido “Sobresaliente Cum Laude”.