“La voz entrañable de Radio Linares”

22 oct 2016 / 08:00 H.

Antoñita Sánchez, además de una gran señora en todos los aspectos, era la quintaesencia de la radio, no solo de Radio Linares, de la que fue una locutora legendaria, sino del mundo de las ondas en general, pues ella, como se suele decir, “echó los dientes” en la emisora decana de la provincia cuando era estudiante de Bachillerato.

Yo apenas la conocí. Lo que sabía de ella era de oídas y de lo que puede dar de sí una entrevista con motivo del Premio Jiennense del Año que Diario JAÉN le concedió a Radio Linares. Entonces, acababa de cumplir 75 años, me refiero a la emisora. Antoñita estaba metida en los 87.

Me gustó como persona y como profesional. Era admirable y adorable en todos los aspectos. Antoñita Sánchez pasó 37 años, toda su vida profesional, en Radio Linares. Cuando se jubiló, para los linarenses su figura era ya leyenda, la radio por antonomasia.

Hace ahora tres años largos, ella me comentaba: “Cuando entré a trabajar ganaba 300 pesetas al mes. Una miseria. Para mí, Radio Linares ha sido más de la mitad de mi vida. Cuando se tiene un puesto de confianza parece que una se ha de esforzar más, por no decepcionar a quien te ha puesto. He echado muchas horas y nunca ha salido de mi boca una sola queja”. Así era ella. Una gran profesional de la radio, de la que bebió sus mieles y sus hieles, pues, ya se sabe, o quizá no, al menos los del ramo lo sabemos, el periodismo es la profesión más maravillosa y fascinante de cuantas existen, pero también la más esclava. Nuestro reloj vital funciona de manera diferente al del resto de la humanidad. Gajes del oficio.

Antoñita Sánchez me hablaba de que, en aquellos tiempos, los suyos de los comienzos, en una emisora de radio se hacía de todo. “Ahora —decía—, un locutor es locutor, antes había que atender la ventanilla, el locutorio y hacer de todo. Pero me gustaba tanto la radio que estoy satisfecha, pese a que, lo que es trabajar, trabajé mucho”. La suya no era una queja. Solo constataba la realidad, a modo de inventario. Cuando empezó en Radio Linares, Antoñita Sánchez era una adolescente que estudiaba Bachillerato en Madrid.

En 1947, un año de connotaciones taurinas en Linares, se puso al frente de la emisora Miguel Ángel García Caballero, conocido radiofónicamente como “El Caballero Audaz”, procedente de Radio Córdoba (hermana, en el espectro de las ondas y de la empresa, de la linarense, pues ambas eran propiedad de Federico Algarra), y le ofreció trabajo a Antoñita. García Caballero fue quien retransmitió en directo, en Radio Córdoba, el multitudinario entierro de Manolete. La emisora linarense puso en marcha un espacio para la mujer y la programación infantil. Eso era novedoso y captaba audiencia. Como mujer de radio, Antoñita no fue pionera, pero aportó su granito de arena a la causa femenina.

Ella comentaba que su primera entrevista se la hizo a la actriz María Fernanda Ladrón de Guevara. Al finalizar le dijo a la artista: “Nunca creí que una persona con tantas tablas como usted se echase a temblar delante de un micrófono. Estaba temblando y le daban pavor los micrófonos”.

A esta entrevista le siguieron otras, cientos, miles... hasta que llegó su jubilación. Entonces se apagó para ella el micrófono y el pasado 30 de agosto se nos apagó para todos su voz. Descanse en paz.