“Dedicó sus últimos años al cuidado de su madre”

Anoche recibí la horrible noticia de la muerte trágica de mi compañero Ildefonso. Se lo había llevado la carretera a la altura de la ciudad de Úbeda. Ildefonso era un hombre amable y educado, una magnífica persona y un buen maestro. Era natural de Rus aunque ahora, por motivos laborales, residía en Cazorla entre semana. Me contó que estaba buscando un piso para asentarse definitivamente allí. Ildefonso era tímido, pero no introvertido. A poco que uno intentase rascar y ver lo que se escondía bajo esa piel de niño bueno, Ildefonso contaba, sin amargura, su anodina vida de hombre soltero. Había dedicado estos últimos años al cuidado de su madre anciana y que, tras la muerte de ésta, se encontraba solo y un poco perdido, cuando la sirena señalaba el final de las clases. Hablábamos de mujeres, porque a Ildefonso le hubiera gustado casarse y tener hijos. Yo le contaba las virtudes y los defectos de la soltería y la familia. Le aconsejaba que se tomase un par de copas y que probase a tirarle los tejos a alguna maestra soltera. A él se le iluminaban los ojos y sonreía. Tengo la impresión de que le hubiera gustado vivir otra vida y ahora ha muerto de manera trágica simplemente porque pasaba por aquella carretera a una hora equivocada. Descansa en paz, amigo. Siempre me acordaré de ti. (Texto extraído de la red social Facebook)