Lluvia de arroz en el festival hindú Annakut

Quién no ha abierto un paraguas, la noche de Reyes, para recibir en ellos montones de caramelos y, de paso, darle coraje al de al lado, que abre sus manos para que, con mucha suerte, le roce alguno? Eso aquí; en Calcuta, sin embargo, no esperan a diciembre y adelantan un mes sus ansias de acaparar no caramelos, sino arroz, que los devotos hindúes apilan en sus coloridas bufandas como lo que son, preciadas ofrendas que el festival Annakut invita a repartir entre la población por parte de los jefes religiosos.