González Iñárritu, gran vencedor en los Globos de Oro

Los Ángeles vibró con las excentricidades de las celebrities del cine

11 ene 2016 / 20:05 H.

Hace pocas horas, el universo Hollywood dejó nuevos momentos para el recuerdo. La antesala de los Oscars o, lo que es lo mismo, la cinematográfica entrega de los Globos de Oro 2016, aglutinó a un buen puñado de actores, directores y productores del género audiovisual en Los Ángeles. Por cuarta vez, el artista británico Ricky Gervais se encargó de conducir una gala en la que los protagonistas fueron, como siempre, los looks de las estrellas, las parejas más polémicas y un encontronazo sutil entre Leonardo Di Caprio y Lady Gaga. Gervais abrió la fiesta del cine con un monólogo ácido, en el que, entre otras cosas, aseguró que Hollywood rodaba remakes fílmicos con protagonistas femeninas porque “sus sueldos son más bajos” y que Roman Polanski se había declarado “fan incondicional” de Spotlight, la película sobre el caso que destapó cómo la Iglesia norteamericana encubrió cientos de casos de pederastia entre sus filas.

La primera gran ovación de la noche fue para Sylvester Stallone, al pasar a recoger el premio a “Mejor actor de reparto” por Creed (película en la que ha vuelto a interpretar a Rocky). Por su parte, Denzel Washington, que se llevó el premio honorífico “Cecil B. Demille” a sus 61 años, fue el segundo ovacionado de la noche. Antes de recibir el premio, la asociación de la prensa extranjera de Hollywood pasó un vídeo con todas las cintas de Washington, que incluyen hitos como Training Day, Malcom X, Glory, Huracán Carter o Philadelphia.

A destacar, la aparición estelar de Mel Gibson en el estrado, años después de que Ricky Gervais se enseñara con él a base de chistes sobre alcoholismo y su presunta “aversión” a los judíos. El actor intentó normalizar la situación con el presentador, aunque la incomodidad de Gibson se palpaba en el ambiente. Abrazo con poco fuste y duelo de sarcasmos entre presentador y cineasta para enterrar, muy superficialmente, el hacha de guerra.

Pero lo más comentado de la noche fue, sin duda, el momento de tensión entre Di Caprio y Lady Gaga. La cantante estaba nominada en la categoría “Mejor actriz en una miniserie” por American Horror Story: Hotel y se acabó haciendo con el reconocimiento de la industria. En su orgulloso camino hacia el escenario, la actriz se encontró con el codo de Di Caprio, que estaba riéndose a carcajadas —se desconoce si por no dar crédito a la triunfadora del galardón o si solo se trataba de cualquier otra conversación con colegas de mesa—. Cuando el actor se dio cuenta de quién le había empujado, puso la cara de susto que le ha convertido en lo más viral de la noche. Ni siquiera su triunfo como “Mejor actor de drama” por El Renacido ha dado tanto que hablar en redes sociales.

En la categoría de dirección, el mexicano González Iñárritu fue el gran laureado de la gala gracias a su última obra, El Renacido, que se hizo con tres de los galardones más importantes. La obra narra una historia de venganza y supervivencia basada en el caso real de Hugh Glass, un hombre dado por muerto tras ser atacado por un oso y abandonado en el bosque. La cinta de González Iñárritu parte así como la favorita de los Oscars al llevarse también el premio de “Mejor película dramática”.

Otro de los triunfadores de la noche fue Matt Damon, que se alzó con el premio al “Mejor protagonista en una película de comedia o musical” por Marte. El filme de Ridley Scott, otra historia de supervivencia, también triunfó como mejor película de su categoría, “Comedia o musical”. Jennifer Lawrence, por su parte, fue reconocida como “Mejor actriz de comedia o musical” por Joy; Brie Larson se llevó el premio a “Mejor actriz dramática” por La habitación; Kate Winslet se alzó con el galardón a la “Mejor actriz de reparto” por Steve Jobs.