“Si conozco a la mayoría de los habitantes del municipio es porque fui yo quien les ayudó a venir a este mundo”

PREMIO canena

06 jul 2016 / 10:00 H.

Francisca Ruiz Torres ha tenido “mucha suerte” en la vida. También la ha tenido Canena. El municipio jiennense contó con los servicios ininterrumpidos de esta matrona durante más de veinte años, pasando por sus manos la mayoría de los recién nacidos que vieron la luz en ese rincón de la provincia. “Conozco a la mayoría del pueblo porque yo les ayudé a nacer”, relata Francisca Ruiz, que a sus 93 años de edad conserva a la perfección todos sus recuerdos.

La vida laboral de esta ilustre habitante de Canena comenzó con una casualidad. “Cuando tenía 20 años atendí en un parto a mi madre”, recuerda. “Fue muy difícil, me la dejaron casi muerta, así que la cuidé con la máxima dedicación para conseguir que saliera adelante”, explica Francisca Ruiz. Tan buena mano le puso a los cuidados que consiguió que su progenitora se recupera y viviera “siete u ocho más”. La gesta no pasó inadvertida para los médicos de Úbeda, en especial para don Enrique Puyol, que celebró la hazaña ofreciéndole ser la matrona de Canena. Y aceptó. “De siempre me gustó, así que ni lo dudé”, cuenta Francisca Ruiz, que aún recuerda el poco tiempo de aprendizaje en el que se concentraron las lecciones del “practicante” que le enseñó. “Antes no se iba a facultades. Yo aprendí asistiendo en partos en el municipio”, comenta.

Pese a su avanzada edad, los recuerdos de esta jubilada de Canena siguen latiendo con fuerza en su mente. “En el primer nacimiento que auxilié como matrona, me llamaron cuando ya estaba acostada y me dijeron que fuera. Yo dije que no estaba preparada, pero terminé acudiendo igualmente”, narra con claridad. “Me salió estupendamente”, sentencia, echándole la culpa de nuevo “a la suerte”. Después de ese fueron muchos partos más, tantos que son imposibles de retener en la memoria, y a un ritmo tan alto que a veces tenía que ir corriendo de uno a otro. Eso sí, “solo en Canena”, pues allí ya eran bastantes. Sin embargo, con el tiempo el número de alumbramientos fue decayendo con fuerza en el municipio, víctima de la baja natalidad que sufre actualmente el país. “En los últimos años esto ha sido una barbaridad”, declara.

Francisca Ruiz se muestra comedida al conocer que ha sido galardona con el premio Reino de Jaén. Pese a eso, reconoce que: “Es un orgullo que te recuerden por el trabajo que has hecho en el pueblo”. Será que vuelve a culpar a la “suerte” que asegura haber tenido en la vida, aunque esta haya sido fiel compañera de la gran dedicación y el enorme esfuerzo que ha puesto en ayudar a todas las madres de Canena a traer al mundo a sus tesoros más preciados.