El ingenio en una bebida cargada de originalidad

Rossini del Bar La Barra

25 mar 2017 / 11:14 H.

Como muchas genialidades, el Rossini surgió por casualidad. Al Bar la Barra, ubicado en el corazón del casco antiguo de Jaén, se le conoce por su particular bebida. Carlos de Pablo Maroto fue el inventor de un manjar que mezcla la magia de la tradición con burbujas llenas de originalidad. Fue Juan Gallego, director de Sucursales de Caja Rural de Jaén, quien entregó un galardón que recogieron Carlos de Pablo Morales, José Jiménez, Juan del Caño, Fernando Reguero y Carmen Morales. “Es un placer y honor para mí y compañeros estar aquí esta noche. Nos sentimos orgullosos de que nuestra bebida lograra un galardón tan importante. ¡Quién nos lo iba a decir!”, afirmó Carlos de Pablo, propietario del Bar La Barra. “Es vino, limón, licor y algo más que surgió por casualidad”, dijo con un tono cómplice que denotaba ciertas dosis de misterio. Asimismo, continuó: “Le pusimos Rossini por su color rosa. Quién lo iba a decir que le iban a dar un premio. Al principio, lo acompañamos con rosetas, que son muy jaeneras y, luego, también con las migas o la morcilla. Me gustaría dar las gracias a Juan, José, Carmen y Fernando. Son los responsables del brebaje. También, especialmente, a mi padre, Carlos, y su mujer, Alfonsa, que son las raíces del Bar La Barra. Tampoco me quiero olvidar de Diario JAÉN, que ha confiado en nosotros; de la ciudad de Martos, y de todos rossineros. Realmente, sin ellos, no habría sido posible”.