Zoido revela que el refuerzo policial en Cataluña por el 1-O costó 87 millones de euros

18 ene 2018 / 12:18 H.

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha revelado este jueves que el “ataque desleal” a la Constitución y el Estatut del Gobierno de Carles Puigdemont, “con una desobediencia clamorosa” y con “absoluta pasividad” de los Mossos d’Esquadra el 1-O, generó un coste aproximado de 87 millones de euros por el desplazamiento a Cataluña de un contingente de 4.500 policías y guardias civiles y, en tres días, de hasta 6.000 efectivos de refuerzo.

Según ha desvelado Zoido en la Comisión de Interior en el Senado, la presencia de estos efectivos desplazados a Cataluña en el marco de la Operación Copérnico, desplegada entre septiembre y diciembre, ha supuesto un coste aproximado de 87 millones de euros entre gastos de alojamiento, manutención, desplazamientos, dietas y productividades. A esta cifra el ministro ha sumado los 1.000 millones por el “impacto de la desaceleración” económica en Cataluña.

“A Cataluña se han desplazado numerosos efectivos de Guardia Civil y Policía Nacional comisionados en esa Comunidad Autónoma. La cifra no es exacta”, ha asegurado Zoido, “porque no todos han estado siempre y al mismo tiempo, pero el dispositivo más estable estaba compuesto por unas 4.500 personas”. Según Interior, durante tres días, el 30 de septiembre, 1 de octubre y 2 de octubre, el despliegue fue 6.000 efectivos.

Zoido ha calificado de “muy importante” la cifra de 87 millones en gastos directos por el 1-O, “otro alto coste”, ha dicho, “que tenemos que pagar entre todos los españoles debido a la irresponsabilidad y obstinación del Gobierno independentista de Cataluña”.

“Un coste que debemos sumar a los mil millones de euros en los que el Ministerio de Economía cifra el impacto de la desaceleración de cuatro o cinco décimas del crecimiento del PIB catalán o al descenso del 35% en las reservas hoteleras”, ha señalado.

Además, ha justificado el dispositivo sin precedentes por la necesidad de dar cumplimiento a los mandatos judiciales, que incluía a los Mossos d’Esquadra, cuya actuación ha sido cuestionada por el ministro y que se mantuvo incluso después del referéndum del 1-O, cuando se desencadenaron “episodios de acoso” contra policías y sus familiares.

En su discurso ha reconocido las incomodidades por la “polémica” contratación de los barcos en la búsqueda de “alojamientos seguros o de fácil protección, de rápida ocupación, pero prolongada en el tiempo, aunque sin poder concretar cuánto y sin poder hacer una contratación muy anticipada”. DISPUESTO A SEGUIR ADOPTANDO MEDIDAS

El titular del Interior ha señalado que los entre 4.500 y 6.000 policías y guardias civiles comisionados -en Cataluña hay una plantilla fija de otros 6.000 agentes, a los que se les suspendió las vacaciones y días libres-- realizaron una “vigilancia permanente” sobre las dependencias propias de la Guardia Civil y Policía Nacional, la Delegación del Gobierno o las Subdelegaciones de Gobierno, así como “las sedes de los partidos políticos amenazados”.