Un inspector cuestionó al Grupo Bankia

José Antonio Casaus advirtió de las consecuencias de la oferta pública de suscripción de las acciones

15 oct 2016 / 11:42 H.

El inspector del Banco de España José Antonio Casaus cuestionó la viabilidad de Bankia antes de su salida a Bolsa en julio de 2011 por sus “muy graves y crecientes problemas de rentabilidad”, y advirtió de las consecuencias de la oferta pública de suscripción de acciones (OPS). Así consta en cuatro correos electrónicos remitidos por Casaus a su superior, el director general adjunto de supervisión del Banco de España, Pedro Comín, incorporados ahora a la causa “Bankia” que investiga la Audiencia Nacional.

En estos correos, Casaus se refiere a la “débil capacidad” de crear recursos del Grupo Bankia y advierte claramente de que la operación bursátil no funcionaría si no realizaban las reformas pertinentes y de que crearía “quebranto” al contribuyente.

Las notificaciones, que corresponden al 8 y 14 de abril y al 10 y 16 de mayo —apenas dos meses antes de la salida a Bolsa de Bankia—, han permanecido ocultas hasta el momento. Ahora se adhieren a la causa que instruye el titular del Juzgado de Instrucción Número 4, Fernando Andreu, a petición de la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), que ejerce la acusación en la causa.

En uno de esos correos, Casaus indica que la OPS “solo es una bombona de oxígeno que permitirá cumplir temporalmente con los nuevos requisitos de solvencia, pero que no logrará transformar la estructura de Bankia”. “Terminará —añade— en el medio plazo con la venta a bajo precio del banco cotizado, pues no generará beneficios recurrentes, y con el Estado nacionalizando BFA supondrá un quebranto para los contribuyentes”.

El inspector plasma sus conclusiones en un informe de seis páginas en el que también hace referencia al perfil “marcadamente político” del Gobierno interino del Grupo BFA-Bankia, que considera “claramente mejorable” y que integran gestores “desacreditados ante el mercado”. En concreto, cuestiona la “honradez” de estos últimos por adjudicarse un bonus en 2009 “superior al que le correspondía” por corregir el ejercicio.

Tras el diagnóstico, en el que advierte de que la liquidez es la “principal amenaza” y que la solvencia es “insuficiente con la nueva normativa”, Casaus apunta que el “tratamiento para el enfermo” pasa por un cambio de control que integrara a la entidad nacionalizada en un grupo “con suficiente fortaleza financiera”, con hincapié en que la solución tenía que ser “exógena” y “estructural”.

Estos correos corroboran lo expuesto por Casaus en su declaración en calidad de testigo ante el magistrado Andreu el 5 de septiembre, en la que incidió que no era aconsejable la entrada de Bankia en el mercado bursátil. Pese a ello, su debut se produjo en julio de 2011 y un año después se inyectaron más de 17.000 millones en el grupo BFA-Bankia para evitar su quiebra.