Representan de nuevo en Madrid la obra de los titiriteros y muestran el cartel “Gora Alka ETA”

Los participantes reclaman el archivo de la actuación previa

29 abr 2016 / 10:00 H.

Los actores Alberto San Juan y Gloria Muñoz representaron de nuevo en Madrid la obra “La Bruja y Don Cristóbal” por la que los titiriteros Alfonso Lázaro y Raúl García fueron enviados a prisión por la comisión de un delito de enaltecimiento del terrorismo. Durante la representación han mostrado, como hicieron los artistas investigados, un cartel con la leyenda “Gora Alka ETA”.

Los dos actores narraron fragmentos del guion de la obra, acompañando a títeres manejados por miembros de las compañías “Le Guiñol Orthopedic” y “Lucas Locus”, durante un homenaje a los investigados organizado en el Teatro del Barrio de Madrid, en el que participaron, entre otros, los cantantes Cesar Strawberry y Santiago Auserón. “El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, está de guardia, o sea que a ver si nos lleva a todos para delante o no”, indicó el moderador del acto al término de la representación.

Los participantes reclamaron el inmediato archivo de las actuaciones abiertas contra los titiriteros. Los dos actores recrearon la obra, que fue representada en febrero en el barrio de Tetuán durante los Carnavales ante un público infantil, y traducido el guion original, que estaba en esperanto, al castellano. Prefirieron hacerlo en un idioma comprensible para los asistentes, todos invitados al homenaje, “para incidir más en el crimen”, aclaró San Juan en clave irónica.

También reprodujo la presentación que hicieron hace meses los titiriteros. “Respetable público, con ustedes la última obra de Títeres desde Abajo, una obra no apta para todos los públicos. Es más, yo diría que es antipedagógica donde sus personajes cometen actos atroces y violentos, incluso de mal gusto dirían algunos así que quedan ustedes avisados. Sin más os dejamos con ‘La bruja y Don Cristóbal”, dijo ante los invitados al acto, difundido a través de la aplicación de vídeo Periscope.

El polémico cartel aparece en la obra como un elemento para incriminar a uno de los personajes, la bruja, después de que esta se enfrentara a su casero y a una monja. Un policía le “coloca” el letrero para poder acusarla y condenarla. En el homenaje participaron otras personas también investigadas por la Audiencia, como el humorista de La Tuerka.