Patxi López reivindica la fortaleza de las instituciones

El presidente del Congreso, Patxi López, certificó el fin de la XI Legislatura levantando la última sesión plenaria de la Cámara con una breve intervención en la que recalcó que, pese al “bloqueo” político que impidió al Congreso cumplir con su “obligación” de elegir un Gobierno, las instituciones han funcionado con normalidad.

El que se convirtió en el presidente del Congreso con el mandato más breve, comenzó señalando que esta ha sido una “legislatura corta” en la que, pese a las circunstancias, la Cámara ha trabajado con “lealtad constitucional y respeto a la ley” afrontando las “situaciones no previstas”.

“Hemos creado precedentes e incluso los desencuentros los hemos encauzado en la vía jurisdiccional prevista en la Constitución”, explicó, en alusión al conflicto de atribuciones que la Cámara ha planteando ante el Tribunal Constitucional por la negativa del Gobierno en funciones a someterse al control parlamentario, que seguirá su curso, pese a la disolución de las Cortes. López admitió que lamenta “profundamente” que la Cámara no haya sido capaz de cumplir con su “obligación” de investir un presidente del Gobierno, pero se mostró convencido de que la que surja de las elecciones del 26 de junio “lo conseguirá”.

Pese a todo, quiso “reivindicar la fortaleza de las instituciones democráticas”. “No ha habido bloqueo. Las instituciones han funcionado y eso honra nuestra democracia”, proclamó, asumiendo que aunque las propuestas que se han debatido no se podrán convertir en leyes porque decaerán, la Cámara ha sido “el lugar de la palabra” donde todos han intervenido “con el mismo derecho”.

Después, en los pasillos del Congreso, la vicepresidenta primera del Congreso, la popular Celia Villalobos, aseguró que López no pasará a la historia como un “buen presidente” y le acusó de hacer “política desde la institución”, en lugar de comportarse con la “independencia” que, a su juicio, exige ser la tercera autoridad del Estado. Tras su discurso, López se acercó a la bancada socialista, donde recibió un aplauso de sus compañeros puestos en pie.

A continuación, Pedro Sánchez se despidió del portavoz de ERC, Joan Tardà, y después se acercó hasta el escaño del líder de Podemos, Pablo Iglesias para estrecharle la mano. Patxi López hizo lo propio tanto con Iglesias como con el portavoz parlamentario de su formación, Iñigo Errejón.