Once horas de “duelo” entre el PP y Podemos

La primera sesión parlamentaria de la moción de censura se cierra con un “cara a cara” entre Rajoy e Iglesias

14 jun 2017 / 11:58 H.

La primera jornada de la moción de censura de Unidos Podemos contra Mariano Rajoy concluyó después de más de 11 horas de debate, la mayoría de las que consumieron los discursos de los líderes de Unidos Podemos, Irene Montero y Pablo Iglesias, y sus respectivos duelos con el presidente del Gobierno. Por tanto, hoy se reanudará la sesión con Ciudadanos, Unidos Podemos, PSOE y PP.

El debate comenzó a las nueve de la mañana, con la intervención de la portavoz parlamentaria de Unidos Podemos, Irene Montero, que pronunció un discurso de unas dos horas, replicado por el jefe del Ejecutivo, lo que abrió un turno de contestación y de dúplica que provocó que el rifirrafe durara una hora y media más.

A continuación, tomó la palabra el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que protagonizó una extensa intervención, de casi tres horas, que también en su caso recibió respuesta por parte de Mariano Rajoy. El jefe del Ejecutivo cargó duramente contra el líder de Podemos, al que no ve “merecedor” de convertirse en presidente del Gobierno porque eso sería “letal” para el interés general y un “castigo” para España. Es más, aseguró que no puede llegar al cargo porque encarna un populismo de izquierdas que busca “destruir al contrario”, el “acoso al discrepante”, tiene a Venezuela como modelo y ha hecho del Parlamento un lugar para “montar el pollo”.

Rajoy señaló que también hace poco aconsejable la candidatura de Iglesias a presidente del Gobierno su afición a crear discursos basados en “supuestas evidencias que siempre son exageradas y habitualmente falsas”. En este contexto, enmarcó frases como “en España, los derechos de los ciudadanos están amenazados y permanecen secuestrados debido al comportamiento del PP y su Gobierno” o que España vive “circunstancias de excepcionalidad y emergencia democráticas”. Por su parte, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, avisó a Mariano Rajoy de que pasará a la historia como “el presidente de la corrupción” y explicó que la moción de censura que debate el Congreso tiene como objetivo “juzgar una época” en la que el PP representa, según reprochó, “lo malo conocido y el miedo”, y que puede que formar parte “del pasado” si el PSOE acepta buscar un acuerdo, eso sí, sin Ciudadanos.

El duelo que se abrió entre ambos provocó que el debate se extendiera hasta poco antes de las cinco de la tarde, cuando la presidenta del Congreso, Ana Pastor, decidió suspender durante una hora la sesión para dar una pausa para comer, tras casi ocho horas repletos de debates. A las seis de la tarde se retomó la discusión de la moción de censura con las intervenciones de los portavoces de los distintos grupos parlamentarios, que tomaron la palabra de menor a mayor. Es decir, abrieron fuego los partidos del Grupo Mixto, a los que siguieron los portavoces del PNV, Aitor Esteban, y ERC, Joan Tardà.

Por tanto, el resto de grupos, esto es, Ciudadanos, Unidos Podemos, el PSOE y el PP, se reservan para este miércoles, cuando se reanudará la sesión plenaria a las nueve de la mañana con la intervención del presidente de la formación naranja, Albert Rivera; los portavoces de En Común (Xavier Domènech), IU (Alberto Garzón) y En Marea (Antón Gómez-Reino); el del PSOE (José Luis Ábalos); y del PP (Rafael Hernando).

En esta segunda jornada, tanto Mariano Rajoy como cualquier de sus ministros también podrán intervenir en el debate cuando lo crea oportuno. En todo caso, siempre que lo haga, el candidato tendrá derecho a responder. Una vez debatida la moción, se procederá a su votación, que será pública y por llamamiento, es decir, cada diputado deberá anunciar de viva voz el sentido de su voto. Para que la moción de censura salga adelante, el candidato necesita reunir la mayoría absoluta de la Cámara: 176 votos. De momento, Unidos Podemos solo tiene asegurado el apoyo de su socio electoral de Compromís (cuatro diputados) y el de los independentistas de Esquerra y de Bildu, lo que elevaría a 82 los votos favorables, muy lejos del mínimo necesario para que la moción de censura tenga éxito. La intervención de Mariano Rajoy para rebatir la moción de censura presentada por Podemos levantó los ánimos en las filas del PP.

Iglesias elude responder si cree en la soberanía nacional

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, evitó hasta en tres ocasiones responder a la pregunta que le dirigió el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante el debate de la moción de censura, para que aclare si cree en la soberanía nacional. En su réplica, Iglesias optó por responder a Rajoy con otra pregunta: “Eso mismo querría preguntarle yo a usted cuando se puso de acuerdo con Zapatero para reformar el artículo 135 de la Constitución, qué significa para usted la soberanía”.

Como el jefe del Ejecutivo insistió de nuevo en el tema —añadiendo que le intranquilizaba su falta de respuesta—, Iglesias se zafó de la pregunta en otras dos ocasiones e interpretó que Rajoy le acusaba de no ofrecer ninguna solución al problema territorial. “Diga que no está de acuerdo, pero sí que lo he hecho”, replicó. En su últimas palabras antes de que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, suspendiese la sesión, Rajoy insistió: “Sigue siendo incapaz de responder a si los españoles tienen el derecho de decidir sobre lo que quieren que sea su país”. Iglesias sí acusó al presidente de “esconder la cabeza como un avestruz” ante el auge del independentismo en Cataluña.

Pedro Sánchez: “España y la izquierda necesitan al PSOE”

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, consideró tras escuchar la intervención del líder de Podemos, Pablo Iglesias, proponiéndose como alternativa a Mariano Rajoy, que España y la izquierda “necesitan hoy más que nunca al PSOE”. En un tuit en su cuenta personal en la red social Twitter, Sánchez presentó a su formación como “la izquierda de gobierno frente al PP”. “La alternativa está en marcha”, afirma, y concluye su mensaje con el icono de un puño cerrado.

Sánchez no podrá intervenir en el debate parlamentario sobre la moción de censura contra Rajoy presentada por Podemos porque en octubre pasado renunció a su escaño para no verse obligado a romper la disciplina de voto de su partido, que decidió abstenerse para permitir gobernar a Rajoy y evitar así una tercera convocatoria electoral. El PSOE, por boca de su portavoz parlamentario provisional, José Luis Ábalos, reprochó a Podemos que desperdiciase la oportunidad que tuvo en marzo de 2016 para evitar un nuevo Gobierno del PP. Podemos votó en contra de la investidura de Sánchez y los socialistas consideran que si se hubiera abstenido habría posibilitado un Gobierno del cambio.