Multitudinario adiós a Rubalcaba

Cercan de 8.000 personas se acercaron a la capilla ardiente del Congreso para despedir al exvicepresidente

12 may 2019 / 11:46 H.

Alrededor de 8.000 personas, según estimaciones policiales, visitaron entre el viernes y las dos de la tarde de ayer, la capilla ardiente instalada en el Congreso con los restos mortales del exvicepresidente del Gobierno, exministro y exsecretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba, fallecido el viernes tras sufrir el miércoles un ictus. Pasadas las dos de la tarde, policías y guardias civiles portaron a hombros el féretro desde el interior del Salón de los Pasos Perdidos hasta el coche fúnebre, saliendo por la conocida como Puerta de los Leones, que se abre sólo en las grandes ocasiones. Decenas de personas congregadas en el exterior del Congreso despidieron a Rubalcaba entre aplausos. “No te olvidaremos”, le gritaban algunos. También se escucharon mensajes de ánimo a la viuda y al presidente del Gobierno en funciones.

Los aplausos se prolongaron varios minutos emocionando al presidente y al resto de familiares y representantes institucionales que permanecían en la escalinata del Congreso. En la acera, Sánchez, los miembros del Gobierno y la presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor, se despidieron de la viuda, Pilar Goya, que ha abandonado el Congreso junto al féretro. Como en la jornada anterior, fueron varios los ciudadanos que, a su paso por la capilla ardiente, quisieron dejar una rosa sobre el atáud, cubierto con una bandera de España y una tela roja con el símbolo del PSOE del puño y la rosa. Algunos se santiguaban al pasar ante el féretro, otros se llevaban el puño al pecho o lo mostraban alzaban el brazo, pero el paso de ciudadanos anónimos era continuo. En el patio del Congreso, quien lo quisiera tenía la oportunidad de escribir sus últimas dedicatorias en sendos libros de condolencias colocados para ese fin y que se entregarán a la familia. En el interior del Congreso, se habilitó otro libro reservado a los familiares y a los representantes institucionales que han querido dejar por escrito su último adiós a Rubalcaba.

Al igual que el día anterior, ayer fueron numerosos los representantes de las instituciones y del mundo de la política que se han acercado a la capilla para expresar sus condolencias a la familia y a los miembros del PSOE. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y la presidenta del Congreso, Ana Pastor, estuvieron en todo momento en el velatorio arropando a los familiares y recibiendo también, en el caso de Sánchez y de la “número dos” del partido, Adriana Lastra, el pésame por la pérdida de una figura tan relevante del socialismo español. En representación del Ejecutivo, también han estado este sábado en el velatorio la vicepresidenta, Carmen Calvo, y los ministros de Interior, Fernando Grande Marlaska; Justicia, Dolores Delgado; Sanidad, María Luisa Carcedo; Economía, Nadia Calviño; Hacienda, María Jesús Montero; Cultura, José Guirao; Empleo, Magdalena Valerio, y Política Territorial, Meritxell Batet. Asimismo, visitaron la capilla el jefe del Estado, Felipe VI, y la Reina Letizia, así como los Reyes eméritos.

Muere una figura clave para el PSOE

El exvicepresidente del Gobierno, ex ministro y ex secretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba falleció en el hospital Puerta de Hierro de Maj dahonda (Madrid), dos días después de sufrir un infarto cerebral. Una noticia triste que ha unido a la clase política para despedir a un político que deja como herencia la lucha contra el terrorismo de ETA, y que ha sembrado miles de mensajes de agradecimiento por su labor.

los partidos aparcan sus diferencias

Tras conocerse la triste noticia del fallecimiento de Alfredo Pérez Rubalca, El PP, PSOE y Ciudadanos cancelaron los actos electorales que tenían programados. Asimismo, los representantes de las formaciones políticas rivales a los socialistas expresaron su dolor por la muerte del exvicepresidente y transmitieron sus condolencias a familiares y amigos. Algunos de ellos visitaron la capilla ardiente donde se veló a Rubalcaba.