Llarena niega que la justicia española esté “politizada”

El magistrado asegura que la instrucción ya no se encuentra en sus manos

26 jul 2018 / 08:12 H.

El magistrado del Tribunal Supremo que investiga los hechos relacionados con la deriva independentista en Cataluña, Pablo Llarena, negó este pasado martes “categóricamente” que exista una Justicia politizada en España y ha calificado de “injustas” las conclusiones sobre una politización en la carrera judicial. Así se ha expresado el magistrado del alto tribunal durante su participación en la mesa redonda ‘Pasado y presente del asociacionismo judicial’ de los cursos de verano de El Escorial, donde insistió en que “jamás” ha visto a los jueces trabajar comprometidos en su independencia. “No creo que el poder judicial sea correa de transmisión de ninguna idea política”, apuntó.

Llarena quiso recordar que durante su etapa como presidente de la Audiencia Provincial de Barcelona no solo no le preguntaron por su ideología política sino que tampoco ha influido en el trabajo de sus compañeros de profesión. “A ninguno se le ha dado indicaciones sobre cómo tiene que hacer su mandato”, ha dicho el magistrado que ha procesado a 25 personas en la causa del ‘procés’ por los delitos de rebelión, sedición y malversación de caudales públicos. Preguntado durante la mesa redonda por esta causa, el magistrado respondió que se trata de un procedimiento que ya no está en sus manos puesto que él decidió terminar con la instrucción del mismo y que ahora es la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo la encargada de reflexionar sobre el material que aporten acusaciones y defensas y llegar a la “conclusión” que estimen oportuna.

En lo que respecta a las asociaciones de magistrados, Llarena aseguró que su existencia es “necesaria” y que la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) a la que pertenece, defiende una ideología concreta en beneficio de la Justicia en general, lo cual no quiere decir que esté politizada porque no funcionan en base a motivos políticos. El juez mostró su malestar porque otros compañeros se atribuyen una “legitimidad superior” frente a los que pertenecen a alguna de las cuatro asociaciones de magistrados que existen en España. “Y tú que has hecho por mi y por el resto de españoles para mejorar la justicia? Porque ahora va a resultar que los que están en el movimiento asociativo son los malos”, cuestionó en su intervención.