La Guardia Civil apunta a pagos camuflados en el 1-O

Se valora una malversación en 1,93 millones, incluyendo material electoral

20 abr 2018 / 09:26 H.

La Guardia Civil apunta que la Generalitat asumió algunos gastos destinados al referéndum ilegal del 1-O camuflados en distintos gastos que fueron gestionados por la asociación independentista Ómnium (61.879 euros ) y por el grupo parlamentario Junts pel Sí (17.690,20 euros), según se desprende de uno de los últimos informes remitidos al magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que investiga la causa del “procés” soberanista por delitos de rebelión, desobediencia y malversación de fondos públicos. Además, eleva la factura de los observadores internacionales a 217.000 euros, de los que ya se pagaron 119.000.

Los datos obran en un informe que detalla los gastos por partidas y acredita una supuesta malversación de 1.932.765,42 euros provenientes de fondos públicos: 502.639,61 euros de Publicidad; 980.313,76 euros de envíos de Unipost; 217.656,22 euros para los observadores; 61.879 de cartelería a través de Omnium; 17.690,20 euros del Teatro Nacional de Cataluña y 152.578,63 euros en material electoral. La mayoría de estos gastos fueron asumidos por la Generalitat de Cataluña, aunque algunos se hicieron a través de JxSí y Omnium. Esto supone elevar la cifra de la posible malversación en más de 300.000 euros, ya que hasta el momento, se había cifrado en 1,6 millones, según señaló el juez Pablo Llarena en su auto de procesamiento.

El informe, de fecha de 27 de marzo y al que tuvo acceso Europa Press, obra en la pieza separada sobre la malversación en el “procés” cuyo secreto fue levantado y detalla que la Generalitat, a través del Secretario de Difusión y Atención Ciudadana del Departamento de Presidencia de la Generalitat, utilizó Ómnium Cultural “como sociedad interpuesta” para realizar labores relacionadas con la solicitud a empresas de artes gráficas y distribución de carteles propagandísticos en los que se llamaba a la población a votar. Así, la elaboración y difusión de estos carteles con el logo de la Generalitat las gestionó Ómnium para ocultar que era el Govern el que debía sufragar los gastos de estos carteles, que la Guardia Civil fija en 61.879 euros entre impresión y reparto. En otro momento, el informe dice a Llarena que ya se dio cuenta al Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona —que investiga la organización del 1-O—, de la documentación aportada por el Teatro Nacional de Cataluña que desvela que el grupo parlamentario Junts pel Sí abonó 17.690,20 euros para un acto celebrado el 4 de julio de 2017.

Cabe destacar que el contrato de cesión del espacio fue firmado por el exconsejero de Presidencia y excandidato a presidir la Generalitat Jordi Turull, presidente del grupo parlamentario.

Valls dice que Alemania debe entregar a Puigdemont

El exprimer ministro francés Manuel Valls aseguró que la justicia alemana no tiene otra “solución” que entregar a España al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont para que sea juzgado por los tribunales españoles. Aunque dijo que no se iba a “meter” en el tema de la rebelión, indicó que se debe tratar este “problema de Puigdemont” desde el “respeto” al Estado de Derecho español y a lo que pide la Justicia española. “El proyecto independentista es un callejón sin salida. No hay posibilidad de romper la unidad de España. Y Europa tiene que respetar a España”, declaró Valls durante una conferencia-coloquio, un acto que presentó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y al que asistió también el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. Valls, que calificó a España de “una gran democracia” y con una Constitución de las “más avanzadas” del mundo, dijo que no iba a entrar en si ha habido o no delito de rebelión, pero resaltó que la propaganda, intentar romper la unidad del país, organizarlo con el dinero de los ciudadanos, “eso es secesión”. Tras señalar que si se empieza a romper España se va a “romper” también Europa y volver a la situación anterior a las guerras mundiales, aseguró que los jueces alemanes tienen que recordar también “lo que fue Europa”. “Y no se juega con eso”, advirtió el exprimer ministro.