El rescate de la gorila Pikin, mejor fotografía del año

14 feb 2018 / 09:46 H.

El abrazo entre una gorila recién rescatado y su cuidador se ha alzado como mejor fotografía según el público del prestigioso certamen Wildlife Photographer of the Year, que organiza cada año el Museo de Historia Natural de Londres. La imagen se exhibirá en la exposición Wildlife Photographer of the Year que acogerá el Museo hasta el 28 de mayo.

La instantánea ganadora en la categoría de People’s Choice del certamen cuenta la historia de Pikin, una gorila que fue rescatada por Ape Action Africa tras ser capturada con el objetivo de ser vendida para carne de animales silvestres.

La fotógrafa Jo-Anne McArthur tomó esta imagen en Camerún, cuando la gorila estaba siendo trasladada junto a un grupo de gorilas de su antiguo recinto dentro de un santuario de bosque a uno nuevo y más grande.

Pikin fue primero sedada, pero durante el traslado al nuevo recinto se despertó. Afortunadamente, no solo estaba muy soñolienta, sino que también estaba en los brazos de su cuidador, Appolinaire Ndohoudou, por lo que permaneció calmada durante todo el trayecto.

El trabajo de McArthur fue seleccionado por el público de una lista de 24 imágenes, que fueran seleccionadas por el personal del Museo de entre las casi 50.000 propuestas presentadas para el concurso.

“Estoy tan agradecida de que esta imagen haya resonado en la gente y espero que pueda inspirarnos a todos a preocuparnos un poco más por los animales”, asegura la responsable de la foto, que afirma que “ningún acto de compasión hacia ellos es demasiado pequeño”.

La fotoperiodista, natural de Canadá, afirma que normalmente documenta las crueldades que los animales soportan en manos de los humanos, pero a veces es testigo de historias de rescate, esperanza y redención.

La caza furtiva de primates está muy extendida en Camerún. Los cazadores matan a los animales salvajes para vender su carne tanto en su país de origen como en el extranjero. Los bebés simios suelen quedar huérfanos después de que maten a sus madres y, por tanto, o mueren en libertad o son vendidos como mascotas.