Defensa por la unidad en la política de inmigración

El ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, destacó la importancia de “articular una política migratoria común de la Unión Europea que integre las acciones exteriores de la Unión y su política de cooperación al desarrollo” y que sirva para “luchar contra la inmigración irregular”. Fue en el XXIX Foro Hispano-Británico, celebrado en Sevilla, en el que se analizaron las consecuencias y las oportunidades del Brexit, así como “dos importantes retos”, ha señalado Zoido, en el ámbito de Interior, como “la amenaza del terrorismo yihadista” y el problema de una gestión eficaz de los flujos”.

Zoido se refirió al fenómeno migratorio poniendo de relieve su “dimensión humana”, puesto que, aseguró, “afecta a personas concretas, con nombres y apellidos, con familias”. Asimismo, recordó que “la migración legal y ordenada impulsa el progreso económico tanto en los países de origen como en los de destino, entre ellos los de la Unión Europea”. En cambio, destacó que la inmigración irregular va directamente contra lo que deben ser los pilares fundamentales de la Unión y de un Estado de derecho, como es la ley y el orden”. En este contexto, y ante las llegadas “no controladas”, el ministro advirtió sobre las reacciones que este fenómeno originó entre algunos sectores de la población y mencionó el “creciente nacionalismo en la Unión”, incluso con brotes de xenofobia”.

Así, en una paráfrasis a la primera ministra británica, Theresa May, Zoido afirmó que “la Unión Europea corre el riesgo de ver crecer en su seno el nacionalismo e incluso la xenofobia, de manera que se convierta en la “nasty Europe” —Europa desagradable—”. Ante esta situación, el ministro del Interior señaló que el “equilibrio se encuentra en saber combinar adecuadamente el fenómeno migratorio y la capacidad de acogida e integración de los Estados miembros de la Unión.