Unidos por un escudo
Los hermanos Manuel y Helena Millán Ortega tienen 9 y 10 años y juegan en el equipo B del Real Jaén
El fútbol es el deporte que más protagonismo acapara en los medios de comunicación por la dimensión que adquiere. El Real Madrid, el Barcelona, el Atlético de Madrid, el Sevilla, el Villarreal o el Valencia son los clubes que tienen una estructura que les permite captar a la mayoría de los jugadores que destacan. Pero el fútbol también desprende un halo sentimental y a la vez espiritual. El equipo alevín B del Real Jaén tiene en su plantilla a los hermanos Manuel y Helena Millán Ortega, que tienen 9 y 10 años. Se han identificado con los colores blancos y cumplen su tercera campaña en la entidad. Ellos disfrutan practicando su actividad favorita y están alejados de la posible venta del club o de otras cuestiones extradeportivas que atañen a la sociedad.
El defensa y la delantero están centrados en progresar y mejorar en los entrenamientos y en los partidos. La primera vuelta afronta la recta final y el combinado que entrenan Raúl Sánchez Cano y Juan Ramón Rueda López es octavo con trece puntos sumados en nueve encuentros disputados, con un balance de cuatro victorias, un empate y una derrota. Manuel Millán es fijo en las alineaciones y se caracteriza por su capacidad para actuar como lateral derecho. Sube la banda con facilidad y también destaca por su faceta defensiva, pero lo que más le agrada es militar en el mismo conjunto que su hermana. “Siempre hemos jugado juntos. Para nosotros el Real Jaén es lo máximo y es un honor defender sus colores”, argumenta el futbolista alevín.
Helena es una punta que se caracteriza por su facilidad goleadora. Acredita cinco goles en los nueve partidos disputados. No tiene galones de titular, pero es un revulsivo cuando sale al terreno de juego. Su progresión no se detiene y entra en los planes para formar parte de la selección provincial sub 12 femenina. Ya participó en una sesión de entrenamiento y está convocada para una segunda concentración. Helena Millán está feliz. “Me gusta el Real Jaén y más si estoy en el mismo equipo que mi hermano”, asegura. Su fortaleza física le permite una facilidad de movimientos cuando está de espaldas a la portería. Es ambidiestra y la última campaña acreditó en benjamín 17 goles en la Liga y 27 en la Copa Diputación. Los dos hermanos representan la pasión por el deporte y las ganas de progresar con humildad y constancia.