Una alegría en medio de la crisis

Conquista el Trofeo del Olivo después de remontar ante el Chongqing Dangdai Lifan chino

19 ene 2017 / 18:00 H.

En un ambiente gélido por las bajas temperaturas y desangelado por la floja entrada que registró el Estadio de La Victoria, con unos 150 aficionados en las gradas, se disputó la XXXV edición del Trofeo del Olivo, una competición que no se disputaba desde 2014. El Chongqing Dangdai Lifan se presentó en la capital jiennense con el aval de ser el representante de una Liga que emerge a base de fichajes de futbolistas de renombre. Sin la presión de los puntos en juego, el Real Jaén trató de ofrecer una buena imagen. Ramón Tejada optó por una alineación que no diferirá de la que se enfrentará contra el Linares Deportivo, porque tampoco tiene mucho donde elegir. Bardanca y Cifu están lesionados, y el delantero Joserra no termina de recuperarse de una dolencia. Fue una primera mitad sin apenas ocasiones. El combinado asiático tuvo más la posesión del balón, aunque en las dos ocasiones que dispuso se encontró a un seguro Adri. El Real Jaén solo inquietó en un lanzamiento de Vitu. El punta se plantó solo ante Wang Min. Su lanzamiento salió fuera por poco. La situación no varió en el segundo periodo y el partido solo se agitó en los últimos veinte minutos. Las promesas blancas se reivindicaron. No acusaron el cero a uno —llegó en un penalti transformado por Kardec— y a base de constancia y presión remontaron el compromiso. Álvaro Aguado transformó una falta directa al borde del área por unas manos del portero asiático. El centrocampista, con un lanzamiento sutil, empató el partido. Todo apuntaba a que el XXXV Trofeo del Olivo se resolvería desde el punto de penalti. Pero surgió la bravura de David Ordóñez, el dueño del lateral derecho del Real Jaén—ante el Recreativo de Huelva jugó de central— para marcar el gol de la victoria.