Un minuto que cambió todo

Un despiste o falta de intensidad en un momento puntual puede cambiar el resultado en cualquier deporte. El Jaén Paraíso Interior vivió en sus carnes esta situación en la pista del Aspil Ribera de Navarra y se fue otra vez de vacío de Tudela, después de perder por tres a uno. Los amarillos controlaron el partido a su antojo en la primera mitad —menos una doble intervención de Dídac Planas—, pero perdonaron y no concretaron sus ocasiones. El equipo entrenado por Daniel Rodríguez estuvo cómodo en la pista, apostó por las posesiones largas del balón y no se inmutó por la presión del Aspil. El gol del brasileño Mauricinho reflejó la superioridad visitante, porque los locales no tienen el potencial en su plantilla. Las bajas de Andresito y Joselito originan que Pato, el experimentado técnico, haya tenido que remodelar el equipo con la llegada de jóvenes jugadores, aunque en la meta se mantiene Molina, un seguro de vida. El Jaén Paraíso Interior se vio superior en todo momento, pero los automatismos de los instantes finales ya no fueron tan optimistas. Los navarros se vieron con fuerza y salieron con ambición en el segundo periodo.

En un minuto, entre el 26 y el 27, los hombres entrenados por Daniel Rodríguez se desconectaron y el Aspil, con la inspiración de Luisma, remontó en un abrir y cerrar de ojos. La situación cambió de forma radical con un escenario totalmente distinto. El Aspil se replegó, cerró huecos y buscó contemporizar el juego en una pista en la que la afición es fundamental por la presión que somete a los rivales y a los colegiados.

¿Qué hizo el Jaén Paraíso Interior? Lógicamente, el equipo tuvo que arriesgar para buscar, al menos, el empate en el marcador. Monopolizó el balón, pero sus jugadores se vieron impotente para superar a un rival firme y envalentonado por la remontada. Dani Martín fue el único jugador que tenía las ideas claras. Una clásica maniobra del salmantino acabó con un disparo al poste. Rodríguez dio entrada al portero-jugador, pero fue imposible encontrar un resquicio. Chino desempeñó esa función, aunque al contraataque los navarros fueron una amenaza con llegadas, máxime cuando el Jaén Paraíso Interior ya tenía acumulada cinco faltas. A la sexta, ya en el minuto cuarenta, quedó sentenciado el encuentro. Duro castigo para los jiennenses, que siguen en zona de Copa de España, pero que desaprovecharon una clara ocasión para dar un paso casi definitivo para estar entre los ochos primeros. Fuera de casa el equipo baja. El dato es irrefutable: tres derrotas en cuatro partidos.