Un escenario inesperado

Militar en el pozo del grupo noveno de Tercera División origina que los equipos afronten situaciones a las que no están acostumbrados en su historia. El Real Jaén escribirá un nuevo capítulo en su trayectoria, cuando mañana juegue el partido de Liga en el Campo Sebastián Barajas (20.00) ante el colista Melistar, una decisión que se conoció al mediodía después de recibir la autorización de la Federación Andaluza de Fútbol. Los aficionados, en algunos casos, se creían que era una broma pesada, pero cuando el club lo comunicó en sus canales oficiales empezó el debate entre los defensores y los detractores. El consejo de administración y el cuadro técnico justificaron el cambio de escenario debido a que se desea reservar el estado del césped del Estadio de La Victoria, una vez que se resembró la pasada semana, pero las dudas surgen con el aforo del Sebastián Barajas, que no alcanza los 4.055 abonados con los que cuenta esta temporada el Real Jaén. Además, los socios y seguidores no tendrán las comodidades del actual campo, con unos accesos limitados. La plantilla que entrena Salva Ballesta conoce las dimensiones del terreno de juego debido a que se ejercita con asiduidad en esta superficie. Combina las sesiones de entrenamiento con la instalación de hierba artificial de la Universidad. El Melistar ya conoce el cambio de escenario, aunque la hora sigue la misma y ahora el reto que se ha marcado el entrenador es tratar de llegar a las 20:00 horas, una ve que el avión de la ciudad melillense tiene previsto llegar a Málaga a las 17.30 horas. El colista del grupo noveno de Tercera División había solicitado al Real Jaén retrasar la hora del encuentro o posponerlo para el Jueves o Viernes Santo, hecho que la entidad que preside Tomás Membrado no aceptó. El conjunto jiennense no juega un partido como local lejos de su campo desde el 10 de septiembre de 1994, cuando se desplazó al Estadio de Linarejos para enfrentarse con el Écija en la segunda jornada de Liga del grupo cuarto de Segunda División B. Los blancos, que perdieron por uno a dos con tantos de Antonio Rueda y de Espejo y Falín, se vieron obligados a viajar por clausura del La Victoria por los incidentes sucedidos en el compromiso del play off de ascenso con el Ourense, dirigido por Megía Dávila, que posteriormente llegó a Primera División. Denunció desperfectos en su vehículo. Otro precedente fue en la campaña 92/93 con Rafael Alcaide Crispi. El Real Jaén jugó en Linares contra el Estepona, al que venció por 3-1, para reservar el viejo La Victoria para los noches triunfales de la Copa del Rey contra el Logroñés, el Figueras y el Villarreal. El escenario elegido en esa ocasión también fue Linares.