“Todos los proyectos han fracasado”

Tiene las ideas claras, pero no es un nuevo mecenas que llega con dinero para tapar las deudas de una entidad que entiende que está en una situación crítica, pero con posibilidades de salvación. Tomás Membrado Martínez ya ejerce como propietario del Real Jaén—acredita el 62,09 por ciento del accionariado—, aunque aclara que no es el presidente del club ni de la sociedad anónima. Primero se debe convocar una junta general de accionistas para elegir a los nuevos cargos del consejo de administración. Lo debe hacer Sergio Hitos, que aún es el máximo dirigente de la entidad, y Jesús Patón, secretario y consejero, por lo que hasta 40 o 50 días no tomará posesión.

El empresario deja clara su hoja de ruta y las prioridades que se ha marcado. Es consciente de las necesidades de los futbolistas y los empleados, pero, si no hay cambios, tendrán que esperar para cobrar al entender que lo primero que se debe producir es el desbloqueo del embargo de Hacienda. “Las cuentas están embargadas y no se pueden hacer pagos porque no se pueden hacer ingresos, pero queremos que cobre todo el mundo y los empleados y futbolistas son nuestra principales prioridades”, argumentó en su presentación como hombre fuerte del Real Jaén. Quiere ofrecer un proyecto distinto a los anteriores, modelos que considera que han “fracasado” desde que el club estuvo en Primera División en la década de los 50. “Vengo con un proyecto bien cimentado, totalmente diferente a lo que ha habido en los últimos años. Hasta aquí, todo ha sido un fracaso, por lo que buscó un cambio importante. El Real Jaén será lo que quieran los peñistas, los aficionados y los jiennenses en general y en base a esos apoyos se afrontará el futuro”, anuncia. Deja claro que no aportará dinero y entiende que el Real Jaén es un perfecto embajador de la capital y la provincia. Una de las posibles vías de financiación son las empresas del sector del aceite de oliva virgen extra. “Queremos ir de la mano de ellos y deseo empezar los contactos para conocer su predisposición, porque no veo problema alguno para que el equipo llegue en un futuro a Primera División”, destaca Tomás Membrado, que fue claro en su exposición. “No soy un salvador ni un salvapatrias. Vengo después de la petición de los pequeños accionistas y los peñistas. En principio iba a gestionar, aunque al final he cerrado el traspaso de los títulos con la familia Hitos. De ahí que desee un proyecto integrador y en el que todo el mundo tendrá cabida”, indica el nuevo máximo accionista de una entidad con 94 años de historia. Pretende reunirse con todas las instituciones y entiende que la primera de ellas debe ser el Ayuntamiento. “Ellos son los propietarios del Estadio de la Victoria y es lógico que me reúna con ellos, aunque ya les digo que no pediré la concesión administrativa. No le veo sentido alguno, porque entiendo que sería hipotecar el club”, confirma. Desea ir de la mano de las instituciones y tras el encuentro con el Ayuntamiento pretende celebrar cónclaves en la Diputación Provincial, la Universidad y la Federación Jiennense de Fútbol. Sus claves en la gestión son cuatro: honestidad, transparencia, seriedad y legalidad. “No quiero atajos para efectuar los pagos. Lo quiero todo legal y que nuestra gente conozca cada paso que damos”, puntualiza. Ya tuvo un contacto con los pequeños accionistas y los peñistas, “las personas que me solicitaron ayuda”, y calificó como positiva la reunión. No tiene decidido la composición del consejo, pero no se descarta que representantes de la asociación tengan un puesto en el grupo de trabajo. Sí anuncia la presencia de José Quesada y Salvador Márquez —estarán en el área deportiva—, Manolo Quesada y Andrés Rodríguez, persona de confianza del empresario farmacéutico y del sector del aceite de oliva.

PLANTILLA. El nuevo máximo accionista se reúne al mediodía con los responsables del cuadro técnico y la plantilla. Membrado se presentará y lo primero que hará será felicitarlos por la victoria conseguida ante el San Fernando por cuatro a dos. Después les trasladará su plan de trabajo a unos profesionales a los que se les adeudan las cuatro últimas mensualidades. No han cobrado una cantidad desde que comenzó el nuevo año y viven una crítica situación.