Saber que sí se puede

Define la Real Academia Española la palabra “mella” como “un vacío o hueco que queda en una cosa por faltar lo que lo ocupaba o henchía”. Así estaría, precisamente, el Real Jaén si no hubiese contado con los servicios de Rafa Mella en el último mes de competición. El coruñés ha anotado tres goles en los últimos cinco partidos, justo la cifra que lleva como entrenador José Manuel Barla que, sin duda, confía en el atacante, y este responde con goles y desborde: “Cada míster es un mundo. La llegada de Barla sí que supuso un aire nuevo”, explica el jugador.

Así, tras la despedida “sans adieu” de Ramón Tejada o, como se conoce coloquialmente, “despedida a la francesa” —consistente en largarse de un lugar sin despedida previa— Mella, como buena parte de sus compañeros, ha experimentado una progresión notable en su juego. Una ambición necesaria para un equipo que se desangraba hace cinco meses y que, ahora, al menos, ha sabido aplicar un vendaje a sus heridas. Ganar en el El Palmar de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) sería vital para seguir sanando y mirar de tú a tú a la salvación: “Vamos a por los tres puntos, que es lo que necesitamos. Estamos muy motivados y muy bien de ánimo, gracias a esta línea positiva de juego y resultados”, explica. El rival, situado un puesto por debajo, con tres puntos menos, también se juega la vida, y viene tras una inyección de moral tremenda, tras ganar en el difícil campo del Marbella en la pasada semana: “Tenemos muchas ganas de que se juegue ya el partido y volver con la victoria de Cádiz”, dice Mella.

Otro de los puntos de inflexión clave de la temporada para Mella es la llegada del nuevo presidente. Al igual que el parisino Museo Pompidou, —cuya fachada muestra la estructura de su propio edificio, su interior puro y duro—, Membrado, para Mella, se ha mostrado tal como es, y eso ha provocado que la confianza con la plantilla sea grande, y aunque la preocupación esté en el aire —debido a los meses que se le adeudan a toda la plantilla— ve con buenos ojos la llegada del empresario: “Sabemos que hasta que no den las cuentas no nos pueden pagar las nóminas, pero Membrado, a través de sus charlas y sus palabras, nos ha dado confianza, y eso es algo que agradecemos mucho”, explica el gallego. Si bien, tiene claro que su trabajo no está en los despachos, sino en el “verde” del terreno de juego: “Nosotros nos tenemos que dedicar a salvar la situación y esperar que lo otro se arregle lo antes posible”, expone. Por último, agradece a la afición blanca su apoyo impertérrito: “Juntos lo vamos a conseguir”, concluye.