Recuerdos de una permanencia

El Tugia debutó en Primera Andaluza con la salvación tras
ganar al Urgavona y unas carambolas

28 abr 2020 / 11:39 H.
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El fútbol se vive con pasión en Peal de Becerro, con una buena cantera en el municipio y en las poblaciones limítrofes. El Tugia Juego Limpio ha vivido momentos importantes en el balompié provincial y en el autonómico con proyectos basados en la humildad, el esfuerzo y el compromiso de sus jugadores, cuadro técnico, directivos y una fiel afición. El equipo vivió una jornada importante el 30 de abril de 2006 cuando se jugó la permanencia en su debut en la recién creada Primera División Andaluza.

Fue una tarde de transistores y de emociones que tuvieron una final feliz para los pealeños. Nicolás González, su presidente en aquella época, recuerda con emoción la gesta. “Todos los pronósticos nos daban por descendidos, pero se produjo una carambola con la que el equipo alcanzó la permanencia, aunque primero ganamos el partido en casa ante el Urgavona”, destaca. El equipo estuvo casi toda la temporada peleando por no descender. “A falta de dos meses se antojaba muy complicada la permanencia, sin embargo encontramos un entrenador al que le motivaba la idea de ganar una serie de partidos y ayudarnos a salvar la categoría. Juan Latorre, que había llegado a coger las riendas del extinto Úbeda CF, aceptó la propuesta al no tener nada que perder”, revela Nicolás González. Una semana antes del partido decisivo, el Tugia se enfrentó a domicilio ante el Recreativo de Bailén en un duelo directo que, al terminar 0-0, obligó a ambos a ganar y esperar resultados de fuera. “No fue nada fácil convencer a los jugadores de que interrumpieran la romería y estuvieran preparados para ganar ese partido. Nos faltaba un portero así, pero Antonio Torrecillas decidió enfundarse los guantes y emular a su padre”, elogia el expresidente. El Urgavona llegó al campo de La Nava en cuadro, descendido y con solo nueve jugadores disponibles, pero aún así plantó cara (4-2). Con el partido acabado, González estaba pegado al teléfono. “Estábamos pendientes de las noticias que venían de fuera a través de mi móvil. Yo colaboraba con Onda Jaén de lo que iba sucediendo en nuestro campo y a la vez recibía las noticias de los otros partidos. Papel y boli en mano iba echando números y las matemáticas nos dieron una alegría con los triunfos de los equipos locales”, destaca, para acabar: “Mis jugadores estaban tendidos exhaustos y viéndome saltar de alegría me preguntaron ¿presi pero es verdad? Y cuando se enteraron lo celebramos en Toya. Los jugadores terminaron subidos al escenario cantando Paquito el Chocolatero, debido a que estábamos en la Romería de San Marcos”, se emociona.

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