Alumbrar las tinieblas

El Real Jaén viaja a Granada para, por primera vez en lo que va de Liga, ganar a domicilio y poder abandonar el descenso

19 mar 2017 / 11:24 H.

La tristeza y la melancolía son los ingredientes que componen la nostalgia. Con este título, Andrei Tarkovski creó una obra de arte en forma de película, allá por el año 1982. El protagonista de la cinta, al inicio, se dirige a un convento para ver “La Virgen del Parto” de Piero della Francesca. Esta alegoría marca el sino del personaje, que se marchará a la Italia profunda para seguir los pasos de un poeta. El Real Jaén también necesitaría ser alumbrado por el oleo de Piero della Francesca. Necesita ese “miracolo” que parece rogar el protagonista del filme de Tarkovski a la Virgen del Parto, ese óleo del pintor renacentista pintado en el siglo XV.

Como si de una metamorfosis kafkiana se tratase, el Real Jaén, cada semana que pasa, es un equipo distinto al que fuera. Respecto al último encuentro en La Victoria, ya no está el entrenador Ramón Tejada —le sustituye José Manuel Barla—, y Sergio Molina y Cifu tampoco forman parte del equipo. Son, por tanto, cada vez menos los que quedan en un barco que se resiste a hundirse. Al igual que el poeta de “Nostalghia”, que pretende que no se le apague la vela en su trayecto de un lado a otro de la piscina, Barla es el que tiene que operar el “miracolo” y hacer que la llama de la vela no se apague; conseguir llegar al fondo de la alberca con vida, esto es: salvar al equipo y que no caiga en el pozo de la Segunda División B.

El filial de Granada recibe, a las doce del mediodía, a los valientes jugadores del equipo blanco que, ante tanto impago y problema, le plantan cara al futuro con fútbol. Refrendar las buenas sensaciones ante el Melilla y asestar el machete a los jóvenes nazaríes supondría un balón de oxígeno necesario para una entidad en horas bajas.

Al igual que la niebla inicial que sobrevuela la llegada al convento donde se halla la Virgen, sobre la realidad del Real Jaén subyace un escepticismo que bien podría ser el símil de la neblina creada por Tonino Guerra, director de fotografía de la cinta de Tarkovski. Jandra y Adrián, del filial, viajan con el primer equipo y Víctor Andrés es duda, pero está convocado. Por su parte, Molina y Cifu, que no entrenaron, no viajan a Granada.

Precisamente el mediapunta quiso despedirse con una carta de los aficionados: “Vosotros, la afición, sois el mayor patrimonio que tiene este club. Os agradezco las muestras de cariño que durante estas casi tres temporadas me habéis demostrado”, escribió Molina en su larga y emotiva misiva. Asimismo el Real Jaén se pronuncio sobre la polémica sobre las fichas. Desde Prensa aseguran que, al no tramitarse hasta el lunes las bajas federativas de ambos jugadores —aunque ya se hayan concedido las bajas contractuales—, el Jaén aún cuenta con ocho jugadores, pues su licencia, este fin de semana, sigue perteneciendo al club. Lejos de toda la polémica, el Real Jaén viaja a la vecina ciudad con el objetivo de traerse los tres puntos que le permitan salir del hoyo.

Las posibilidades de Membrado

Dice que cuenta con el apoyo de los pequeños accionistas y que desea llegar al Real Jaén para presentar un proyecto “ilusionante” y en el que tenga cabida la sociedad civil de la capital y la provincia. Califica de “positiva” la toma de contacto con la familia Hitos. “Ellos quieren desear abandonar la entidad, aunque su idea es ceder el club a gente que aporte soluciones”, argumenta Tomás Membrado. Explica los motivos por los que ha dado el paso de negociar con los responsables de Inaltia. “Soy de Jaén y el club de fútbol es uno de los patrimonios de la ciudad, por lo que no podemos consentir que desaparezca y tenemos que trabajar para buscar soluciones. Tengo el apoyo de los pequeños accionistas, que me han dado un poder notarial, y queremos recabar el apoyo de otras personas”, asegura Membrado, que sigue con su idea de construir un campo de golf. [G. M.]