Puños fuera para una velada con tradición
en la capital

Los hermanos Jesús y Raúl Buendía deben estar felices por la repercusión de una actividad que se había perdido en la capital. El boxeo vuelve a pegar fuerte en la capital con una labor basada en la constancia y la regularidad de sus promotores. La Velada de San Lucas se ha consolidado como una actividad con repercusión gracia a la apuesta de los dos hermanos. Ellos son las caras visibles del Cutman y del CD Cuadrilátero. La duodécima edición se celebró en el Gimnasio de La Salobreja con unos 350 aficionados en las gradas y con un atractivo programa, que constó de nueve combates, cinco de ellos con púgiles que dan sus primeros pasos en el ring: Adrián Escalona, Vicente Cevallos, Jaime Rubio, José Francisco Gutiérrez y José Luis de Dios. Todos ellos ofrecieron una excelente imagen y celebraron la victoria frente a un público entregado, excepto Vicente Cevallos que perdió a los puntos frente al cordobés Álvaro Navarro. Otra de las notas positivas de la jornada tuvo como protagonista a Irene Gómez, que se impuso en su enfrentamiento a la ilicitana Josefina Ballesta. El Cutman sobresalió en la Velada San Lucas, con un balance de siete triunfos y dos derrotas, la última de ellas de Ángel Villén, que no pudo con el representante granadino Víctor Stroja. Esaú Castillo y José Cevallos cerraron una jornada exitosa con las victorias alcanzadas frente a Víctor Alvarado y Guillermo González, respectivamente.

ANÁLISIS. Jesús Buendía destacó la respuesta de los aficionados y el rendimiento ofrecido por los boxeadores de su club. “Todo salió a la perfección y los resultados logrados nos da moral para afrontar el futuro”, aseguró.