Mucho más que una pasión

Taz y Javaaa ejercen como entrenador y jugador, respectivamente, en la Liga Profesional de Videojuegos

19 feb 2017 / 11:41 H.

La fiebre por los videojuegos aumenta a un ritmo vertiginoso en los últimos años. Tanto es así que, al igual que en otras competición deportivas, se constituyó, hace unos años, una Liga para que diversos equipos, con su entrenador y jugadores, compitieran entre sí con el objetivo de ser los campeones nacionales. En este contexto nace, tras la entrada de la compañía telefónica en el mercado, la Superliga Orange, una nueva competición nacional de deporte electrónico —conocido como eSports— fruto del acuerdo entre esta y la Liga de Videojuegos Profesional. Esta cuenta con dos competiciones de League of Legends y Call of Duty. Jaén está presente en la máxima categoría de ambos videojuegos.

Jorge Ibáñez, Taz, es linarense, tiene 23 años y es entrenador del Movistar Riders, equipo que compite en la máxima división del Call of Duty. Por su parte, Javi Martínez, Javaaa, es de Jaén capital, y a sus 20 años es uno de los mejores jugadores del The G-Lab Penguins, formación que compite en el apartado de League of Legends. Ambos están muy satisfechos de poder estar en un mundo tan en boga como el del “gaming”: “Poder entrenar a uno de los ocho mejores equipos a nivel nacional es algo que hace que siempre quieras dar el máximo y trabajes para ser el mejor de estos”, asegura Taz. “La Superliga está muy bien porque ahora mismo está empezando y es una oportunidad personal para crecer como jugador”, explica Javaaa.

Como gran parte de las cosas en la vida, todo empieza en un “hobby”, pero lo que no podían llegar a pensar es que se convertiría en una profesión: “Después de un par de años jugando y mejorando fue cuando un equipo se fijó en mí, y me ofrecieron meterme en el mundo competitivo, y ya llevo cuatro años jugando”, dice el jugador de The Penguins. Taz, por su parte, relata con nostalgia cómo su primera consola fue la “MegaDrive”, y que siempre que sacaban alguna nueva le daba la lata a sus padres para que se la compraran.

Pero, ¿cómo ve el entorno de ambos su vinculación a un mundo, por ahora, socialmente no tan considerado por todo el público por igual? Taz cuenta que, al principio, la gente lo veía como una pérdida de tiempo, pero que la percepción, hoy, ha cambiado: “Espero que en un futuro cercano se haya normalizado definitivamente a los ojos de la sociedad”, dice el linarense. Una opinión que también comparte Javaaa.

Pero no todo son los videojuegos en la vida de Ibáñez y Martínez. El jiennense reconoce viajar tanto que, cuando baja a la capital, dedica su tiempo a relajarse y al gimnasio, mientras que Taz desempeña su trabajo desde su casa linarense y lo compagina con los estudios de Ingeniera Civil en la EPSL de Linares: “Mis otros “hobbies” son viajar y la música, ya sea escucharla o interpretarla con el fagot o la guitarra”, afirma.