Molina silencia La Salobreja

El Jaén Paraíso Interior FS pierde por la actuación del meta y no sella su pase para la Copa de España

19 nov 2017 / 11:22 H.

Molina es uno de los porteros top de la Liga y en el Pabellón de La Salobreja dejó su sello con un catálogo de paradas que impidió la clasificación virtual del Jaén Paraíso Interior FS para la Copa de España y, de paso, permitió a su equipo tomarse un respiro al estar en la zona peligrosa. Los amarillos perdieron un partido que merecieron ganar en la recta final del primer tiempo y en un segundo tiempo que fue un acoso y derribo durante los veinte minutos. El Jaén Paraíso Interior quería un partido ordenado con ataques posicionales y fue todo lo contrario en la primera mitad. Reinó la locura con dos conjuntos que gozaron de claras ocasiones de gol en transiciones espectaculares de dos o tres pases. Fútbol sala intenso y de quilates. El Peñíscola cuenta con un equipo dinámico y que es un especialista en el contraataque, máxime cuando a los tres minutos había marcado por medio de Juan Emilio después de una ingenua falta local. El Jaén Paraíso Interior no estaba cómodo en la pista por la presión del rival, que cerró las vías de pase y obligó a los amarillos a disparar en posiciones forzadas al marco de Molina. Al partido había que darle una marcha y esa revolución llegó de la mano de Burrito y Dani Martín. Velocidad, desborde y gol al servicio del equipo. El ritmo resultó frenético con un partido de ida y vuelta. El Peñíscola protagonizó un contraataque de manual, de esos que son ejemplos en las escuelas. Terminó con un remate de Lucas Bolo al larguero y después con otro que salvó Brandi en la misma línea. Para ese momento, el “olivo mecánico” había estrellado tres tiros a los palos. La locura se desató con el gol de Dani Martín, con un disparo colocado tras una recuperación perfecta de Boyis. El genio de Salamanca es un puro espectáculo en la pista y el segundo gol fue un ejemplo de calidad con un regate y un disparo seco. El color amarillo reinó con autoridad y las ocasiones se sucedieron en la meta de un insuperable Molina, pero el que perdona al final lo pagó y así sucedió. El Peñíscola sacó petróleo de dos acciones aisladas y sumó los tres puntos en una tarde que estaba reservada para Dani Martín, pero apareció el meta visitante, los postes y un penalti final por una clara mano.