Del sufrimiento a la alegría con el gol de Corpas en Linarejos

Remontada del Linares, que seguirá un año más en Segunda B

30 may 2016 / 11:37 H.

Es el sino del seguidor del Linares Deportivo. Cuando se saca el carné de abono sabe que está expuesto a vivir un carrusel de sensaciones no aptas para corazones débiles. El mejor ejemplo es la campaña del regreso a Segunda División B. El equipo sufrió hasta el último momento primero para evitar el descenso directo y después para salvar una promoción con tintes dramáticos. Con una afición entregada —olvido los problemas institucionales con el cambio de los precios y la anunciada moción de censura—, el equipo de Torres jugó con doce futbolistas. Pero en su camino se encontró aristas importantes y un rival que no ofreció facilidades, aunque sí especuló con el resultado cuando le era favorable con el cero a uno y el empate. No fue un Linares Deportivo brillante, ni mucho menos, pero sí con capacidad de sufrimiento para darle la vuelta a la eliminatoria por la permanencia. El Cacereño no se impresionó por el ambiente y marcó el territorio en el comienzo. Nada más empezar, en el minuto 5, llegó el gol de Gonzalo. Jarro de agua fría y vuelta a empezar. Los azulillos no estaban cómodos en el campo y tenían problemas para generar su juego ofensivo. Torres tomó una medida drástica. Dio entrada al hispanoguineano Kike Boula por Fran Carles. Sustituyó una importante pieza en el centro del campo por un jugador que conoce su rol en el equipo. Esa explosividad se la contagió a sus compañeros. El Linares emergió y en el camino encontró al granadino Rafa Payán, sin apenas presencia en la segunda parte de la Liga. Pero el delantero acude en los momentos culminantes de una campaña. Fue una pieza clave en el ascenso ante el Castellón y contra el Cacereño marcó en un momento clave, a los 26 minutos. Uno a uno y otra vez con las posibilidades intactas de permanencia. Pero el Cacereño no se rindió y ahí mostró sus habilidades y agilidad el portero Lopito. Con sus paradas sostuvo a su conjunto en los momentos claves. El segundo tiempo fue definitivo. En 45 minutos, el todo o el nada en Segunda B. Así de sencillo. El Linares buscó a su jugador franquicia en el momento decisivo. El bañusco Corpas maravilló con un gol que selló la permanencia en la categoría y lo anotó cuando más hacía falta. Justo premio para Corpas, que apunta a un club de superior categoría por la calidad y el desparpajo. Dos a uno y Linarejos estalló de júbilo, lógico porque la salvación estaba más cerca. El público empujó para darle un plus más de fuerza a sus futbolistas. En la recta final, Lopito sacó el catálogo de paradas imposibles. Surgió cuando su equipo más lo necesitó y ahí se selló la permanencia.