La oportunidad de Javier Poza

El corredor baezano participa hoy en la Copa del Mundo con el Primaflor-Orbea

10 jul 2016 / 11:46 H.

Javier Poza hace realidad su sueño. El corredor baezano entra en la élite de la mano de su nuevo equipo, Primaflor-Orbea, con el que participa hoy, a partir de las 9 de la mañana, en la Copa del Mundo XCO, que es la disciplina de los Juegos Olímpicos, en la ciudad suiza de Lenzerheide. Es la oportunidad para demostrar que está entre los mejores ciclistas de su especialidad, y con la “mayor de las ilusiones” afronta la cita mundialista. El Primaflor-Orbea hizo “oficial”, a través de su página web, la llegada de Javier Poza como refuerzo de lujo. El “biker” estrena sus nuevos colores por todo lo alto, en la prueba de la Copa del Mundo XCO, midiéndose a lo más destacado del mountain bike internacional.

El baezano se ha labrado un destacado palmarés en los últimos años, destacando su doble título andaluz en la especialidad de rally. Además ha concluido en tercera posición la general del Superprestigio MTB en categoría élite y actualmente marcha cuarto en la general del Open de España XCO. A su destreza en la modalidad olímpica se suma su buen hacer en XCM y media maratón, donde también ha conseguido importantes resultados, entre los que destaca el triunfo este año en el Open MTB Lanjarón. Poza, que ya conoce a la mayor parte de sus nuevos compañeros (el pasado año fue subcampeón de España de Team Relay formando equipo con María Rodríguez), se muestra ilusionado: “Estoy con muchas ganas de hacerlo bien ante esta nueva oportunidad que se presenta. Espero dar un aire nuevo a un equipo ya consolidado entre los mejores de España, demostrando que puedo competir en las mejores pruebas del calendario. Francisco Javier Poza Ruiz (Baeza, 16 de febrero de 1988) vive en un nube, porque su comienzo de campaña es extraordinario hasta llegar el gran salto al profesionalismo. Y lo ha hecho a base de sacrificio. Poza es yesista y siempre ha trabajado en la construcción, pero ahora desempeña sus funciones en una finca de olivos. Allí trabaja desde las siete de la mañana hasta las tres de la tarde. Después de la comida, descansa y, a continuación, se ejercita por espacio de 120 minutos. Todo un héroe.