“La competencia dentro del equipo es la clave” del éxito

El jugador del Linares Deportivo, Alan Araiza, explica a Diario JAÉN que una de las claves para realizar una campaña así es “la competencia que existe dentro del equipo”. Además, el delantero reconoce que su adaptación al club azulillo no fue fácil.

El club minero estuvo una vuelta, es decir, 19 partidos, sin ceder los tres puntos. El delantero mexicano afirma que todo es fruto del trabajo diario. “Es la primera vez que me toca vivir algo así y sientes que el trabajo bien hecho está dando sus frutos. Estos números son a base de constancia, trabajo y esfuerzo de cada integrante de la plantilla”, afirma el delantero azulillo. Además, añade que la clave de la constancia está en el alto nivel interno en cada posición. “La clave está en la competencia que hay dentro del equipo. Jugador por jugador somos muy buenos y cada día en el entrenamiento se compite por un hueco en el once. Al final esto nos hace crecer. Esto se ha notado cuando han jugado unos u otros, que han dado el nivel para estar en el equipo titular”, explica Alan Araiza.

“Cada uno está en su casa con su familia o su pareja, en el caso de los que nos hemos tenido que quedar aquí —Alan es de México—. Nos ha cortado el ritmo de competición que llevábamos, el estar cada día con los compañeros y ahora estamos haciendo entrenamientos personalizados para llevarlo lo mejor posible”, explica el jugador minero ante el estado de alarma decretado por el Gobierno central.

El futbolista del Linares lamenta la situación de confinamiento que vive el país y expresa que será difícil volver en el mismo ritmo, pero que lo harán lo más cerca posible. “Afecta, pues te corta, además del ritmo futbolístico, la vida en general y te pesa física y mentalmente. Nos puede costar encontrar la chispa que estábamos teniendo, pero cuando comience de nuevo la liga intentaremos prepararnos lo mejor posible para llegar en las mejores condiciones al play off”, sostiene el 17 azulillo.

El mexicano llegó a la ciudad de Linares con el ascenso como objetivo final. “La meta principal es ascender a Segunda División B. El año pasado se quedaron a un minuto de conseguirlo y desde la pretemporada se sabía cual era el fin del club”, sostiene Alan, aunque reconoce que no todo fue un camino fácil en su llegada a la ciudad. “Al principio me costó, tanto la pretemporada como adaptarme al sistema del equipo. Mantuvieron el 80 por ciento del equipo y, con entrenamiento y trabajo, me integré en la plantilla y en el once titular”, reconoce el jugador azulillo al ser preguntado por su llegada al club.