La buena imagen de González no le vale para llegar a la final

El jiennense lanza 71,69 metros en una clasificación con gran nivel

02 oct 2019 / 11:13 H.

No pudo ser. El jiennense Alberto González Moyano, en su debut en un Mundial de atletismo en la categoría sénior, no pudo lograr la clasificación para la final de martillo al no poder llegar a los 76,50 metros, que es lo que se pedía para lograr el objetivo o terminar entre los 12 primeros entre las dos series. El campeón de Europa sub 23 lanzó el artefacto hasta los 71,69 metros en su primer lanzamiento, en el segundo se quedó en 71,59 metros y en el tercero arriesgó al máximo e hizo nulo. Entre los dos grupos, González Moyano terminó vigesimoctavo en Doha (Catar), pero demostró que tiene un futuro prometedor. A sus 21 años, el representante del Unicaja Jaén Paraíso Interior fue valiente, pero admite una sensación agridulce. “En los tres lanzamientos arriesgué y busqué el pase a la final, pero era complicado por el nivel de los competidores. Soy joven y a vamos a seguir trabajando para preparar una próxima campaña que es ilusionante y marcada por el año olímpico”, asegura Alberto González. La hoja de ruta la tiene diseñada su entrenador Joaquín Moyano y las competiciones en las que se centrará serán la Copa Europa de invierno, el Campeonato Mediterráneo sub 23 en La Nucía, los Juegos Olímpicos de Tokio y el Europeo absoluto en Madrid. “Ponemos punto y final a una campaña excepcional, pero el año que viene se presenta interesante y con pruebas interesantes”, argumenta. Quien si estará en la final de esta noche será Javier Cienfuegos, que confirmó que se encuentra seguramente en el mejor momento de su carrera tras una temporada en la que ha batido en cuatro ocasiones el récord de España, para dejarlo en unos 79,38 metros que además son la tercera mejor marca mundial del año, solo superada por los polacos Wojciech Nowicki (81,74) y Pawel Fajdek (80,88). Cienfuegos nunca había logrado meterse en la final de un Campeonato del Mundo en sus anteriores cuatro participaciones y se convirtió igualmente en el primer español en conseguirlo tras enviar el artefacto a los 76.90 metros, consiguiendo la clasificación directa al superar los 76.50 requeridos. Su registro, según apuntó la RFEA, es la mejor marca de un martillista español en cualquier gran competición internacional y únicamente superado en su Grupo A por Nowicki (77.89) y el francés Quentin Bigot (77.44). El lanzador español evitó así agobios de última hora después de que en sus dos primeros lanzamientos se quedase algo corto con 74.87 y 75.06, que le metían provisionalmente a la espera del resto de resultados. El de Montijo, de 29 años, pasó, tras la disputa de las calificaciones de los dos grupos, con la quinta mejor marca de los finalistas. Fernando Carro también logró el pase a la final de 3.000 metros obstáculos al ser quinto en su serie y pasar por tiempos con la quinta mejor marca de entre todos los participantes, un 8:13.56 que supone su segunda mejor marca histórica.