La gloria en sus manos

Más de cuatrocientos partidos son un aval suficiente para seguir una temporada más en la élite del balonmano nacional e internacional.

02 jul 2015 / 11:24 H.

Sergio Berrios es un ejemplo de longevidad y superación en la Liga Asobal, una competición respetada en Europa. De la generación del 80, el extremo, formado en la cantera del Grupo de Amigos del Balonmano (GAB Jaén) ha renovado por una temporada por el Fertiberia Puerto de Sagunto. En la comunidad valenciana vive momentos de estabilidad deportiva y profesional. La última campaña fue importante para el jiennense, que vistió tres veces la camiseta de la selección española absoluta, ya que recibió un homenaje por su encuentro número cuatrocientos en la máxima categoría y colaboró para que el Fertiberia consiguiera la permanencia otra vez vez en la Liga Asobal. La historia de Sergio Berrios sigue más viva que nunca y desde tierras valencianas reivindica su condición de jiennense. “Me gusta representar a la capital y a la provincia en cada partido que disputo”, reconoce.

Subcampeón del mundo

Berrios, que fue subcampeón del mundo juvenil, es un exponente de la regularidad en todos los conjuntos en los que ha militado. Esa sobriedad en su juego le ha permitido marcar cerca de 1.000 goles, una cifra que solo está al alcance de las principales figuras de este deporte. “El cuerpo —argumenta— me dice seguir una temporada más. El Puerto de Sagunto me ofrece un proyecto interesante y en el que puedo seguir con mis labores de formación en la Federación Valenciana de Balonmano”, indica. La trayectoria del jiennense, un ejemplo de saber estar en la élite, se resume con su paso por el Garbel Zaragoza (2 temporadas), Valladolid (2), Valencia (2), Granollers (3), Arrate (4) y el Fertiberia Puerto Sagunto (4 ), además de no olvidar su formación en el GAB Jaén, una escuela de cantera, y el Maristas de Málaga, con el que cumplió una brillante etapa en juveniles.

Uno de los compañeros que le han dejado huella fue José Luis Pérez Canca, “Pepelu” , con el que compartió vestuario en tierras malagueñas y en el Granollers. Sus palabras sobre él lo dicen todo. “Ha sido unos de los compañeros más importantes que he tenido por su calidad humana y deportiva”, reconoce. También se refiere a su mejor recuerdo, que no es otro que debutar con la selección española en la década de 2000 con César Argilés como responsable técnico. “Fue un momento único, pero tampoco me olvido de torneos europeos y de participar en las rondas finales de la Copa del Rey”, asegura. Una larga carrera deportiva que comenzó con tan solo 18 años.