Ángel Gómez: "Nunca he dejado de creer en mí"

Dos lesiones en la rodilla derecha, separadas en el tiempo por apenas tres meses, condenaron a Ángel Gómez al ostracismo. La perla de la cantera linarense pasó más horas en las consultas de los médicos que en su hábitat natural, el área. Su historia es la de un “killer” que se abrió camino a base de goles y de una fuerte personalidad. Apodado por la grada y por sus compañeros como “El búfalo”, el delantero encontró en el fisioterapeuta Arián Soto, a su “ángel de la guardia”.

19 dic 2014 / 10:37 H.

Con el compartió dolor y confidencias, mientras el equipo se jugaba el ascenso a Segunda B. Tumbado en la camilla soñaba con volver lo antes posible a los terrenos de juego, pero no de cualquier forma. Los meses de abril y mayo fueron claves para su recuperación. A las sesiones con el fisio, se unieron las largas charlas con el coach del club, Gabino Carmona. “Hablábamos de todo, de la rehabilitación, del miedo a las recaídas, de fútbol. Fue fundamental para que recuperara la confianza”, relata Ángel. El preparador físico del Linares, Víctor Cuadrado, diseñó un plan específico para que estuviera a tope en pretemporada. La llegada de Juanfran, pichichi del grupo IX de Tercera la pasada temporada, y la continuidad de Rafa Payán, máximo realizador del equipo, obligaron a Ángel a competir en la distancia con la voracidad de estos dos delanteros.

Pese a ello, nunca se dio por vencido. “Siempre he creído en mí”, sentencia. Explotó su mejor arma, la velocidad, con horas y horas de entrenamiento, en muchas ocasiones, en solitario y sin hacer ruido, consciente de que empezaría la temporada en el banquillo y de que su papel, a diferencia de otros cursos, sería secundario. “Lo único que puedo hacer es trabajar el doble y aprovechar cada segundo que estoy en el campo”. Dicho y hecho. Ángel, de aspecto desgarbado, ha rentabilizado como nadie los 576 minutos que lleva disputados en esta temporada, en la que suma —sin gozar de la titularidad— nueve goles —cinco en Liga y cuatro entre Copa Diputación y Copa Federación—.

Ha sido en esta semana en la que el ariete criado en la cantera ha destapado el tarro de la esencias y ha confirmado su completa recuperación. El domingo le hizo tres al Alhaurín de la Torre y su participación, el pasado miércoles, ante el Arroyo fue determinante para que el conjunto de Torres alcanzase los octavos de final de la Copa. Ángel quiere cambiar la inercia y que sus apariciones dejen de ser esporádicas. “Como cualquier futbolista, lo que deseo es jugar y si puedo hacerlo de titular mucho mejor, pero esa decisión corresponde al entrenador. A mí solo me queda trabajar más si cabe”, subraya.

“El búfalo” ya está de regreso en Linarejos. La afición vuelve a conectar con su ídolo y él devuelve ese cariño con tantos. Sin embargo, se exige más. “Sé que puedo dar más. Ahora solo estoy al 80% de mi capacidad física. En la segunda vuelta, llegaré al tope”.