Juanfran: "Llegué a pensar que no era capaz ni de crear peligro"

Juanfran abandonaba Linarejos triste y alicaído después de cada partido. Sin apenas hablar y con la cara pegada al suelo, se marchaba a casa otro domingo más sin ver puerta. El pichichi del grupo IX de Tercera División la pasada temporada trató de llevar de la mejor manera su sequía goleadora hasta que un día la sensación de angustia le pudo. “No creaba ocasiones, ni siquiera generaba peligro”. Ese malestar interior aumentaba conforme pasaban las jornadas y el atacante seguía no veía el balón en las mallas.

29 oct 2014 / 11:21 H.

 

Juanfran había pasado por este trance en su etapa en el Huétor Tájar, en la que se tiró casi un año sin celebrar un gol. Pero las sensaciones eran diferentes. La presión de “jugar en un club grande, histórico, de tanta exigencia” hacía mella en la cabeza del delantero. Ni el apoyo incondicional de la afición, tanto en el campo como en las redes sociales, ni los mensajes de afecto de Torres en las ruedas de prensa, cada vez que era interrogado por el estado de forma del delantero, sofocaban la inquietud de Juanfran. El domingo ese estado de intranquilidad desapareció por completo. Corría el minuto 11 cuando el granadino agarró la pelota y se dirigió directo a la portería de Álex Franco. Todo estaba a su favor. Sin embargo, una vez más, la falta de confianza hizo que pasara la pelota a otro compañero, con la fortuna, en esta ocasión, de que esta rebotó en un defensa y llegó franca a sus pies. No había más alternativas que rematar.

Y eso fue lo que hizo. Juanfran envío el balón a la red y rompía, de este modo, una sequía de nueve jornadas consecutivas sin marcar. “Me quité un peso muy grande de encima”, reconoce el futbolista. Roto el “maleficio”, volvió a sentir el éxtasis del gol en el minuto 54. Como buen “9”, esperó el error del zaguero para anotar su segundo gol de la mañana con una preciosa vaselina. Juanfran se abrazó con fuerza al resto del equipo y lanzó una mirada cómplice a Rafa Payán, máximo goleador del Linares y la persona que más horas ha pasado con él desde que aterrizó en el club azulillo. “Compartimos habitación y hablamos mucho. Su respaldo en este tiempo ha sido fundamental. Los delanteros vivimos de las estadísticas y él sabe perfectamente cómo se pasa cuando no marcas”, indica.

Pero en las semanas previas a su primera diana, Rafa Payán, al igual que el vestuario, no ha sido el único que ha estado pendiente del ariete. Gabino Carmona, el coach del equipo, ha sido otro pilar importante para que Juanfran no pierda la fe en sus posibilidades. Durante dos sesiones, ambos trabajaron dinámicas para rebajar el nivel de tensión y ganar en autoestima. Fueron charlas personales determinantes para la recuperación del jugador. “La aportación de Gabino ha sido clave. Es una persona con mucho sentido común, con la que pude reflexionar y ver las cosas de otro modo. Me ayudó mucho”, destaca.

Juanfran también sacó tiempo para agradecer, a través de su cuenta de Twitter, todas las muestras de cariño que ha recibido de la afición, consciente de la importancia que tiene para los seguidores. “No me manejo muy bien en el mundo de las redes sociales, pero tenía que hacerlo. Estaba en deuda con todas las personas que no han parado de mandarme mensajes. Solo era una manera de agradecerlo”, subraya.

“Todos los delanteros tenemos siempre ganas de marcar y de hacer las cosas bien y confío en seguir la racha, aunque lo relevante es que el equipo gane y se mantenga en lo más alto de la clasificación”, insiste un Juanfran que, a pesar de su carácter retraído, vuelve a sonreír. “Lo que debe tener claro es que tiene la confianza del entrenador y de todos sus compañeros”, asegura Torres.