Baeza vibra con las estrellas del pelotón

Baeza recibió con los brazos abiertos al pelotón de la Vuelta Ciclista a España. La ciudad Patrimonio de la Humanidad acogió, ayer, la salida de la octava etapa, pero la serpiente multicolor empezó a dejar huella por las calles antes,  el viernes por la tarde, tras recalar en la provincia con la llegada de la séptima etapa a Alcaudete.

31 ago 2014 / 08:23 H.


La Vuelta creó una gran expectación en Baeza, sobre todo, entre los seguidores y practicantes del deporte de la bicicleta, pero también entre los más pequeños del lugar. Para algunos, era la primera vez que tenían la ocasión de ver una salida en directo. El ambiente que se vivió en la Plaza de España, conocida popularmente como el Paseo, fue impresionante. Todos querían llevarse algún recuerdo del paso de la Vuelta por la ciudad. Tanto vecinos del municipio como personas llegadas de pueblos cercanos inmortalizaron el momento con sus “smartphones” y cámaras de fotos. Predominaron las caras de asombro entre los más jóvenes y las de admiración de aquellos que siguen este deporte por tener la oportunidad inigualable de ver en carne y hueso a sus ídolos.
Tener la ocasión de ver a las estrellas del pelotón nacional e internacional y observar que, en realidad, son humanos como cualquier persona de a pie, aunque no lo parezca por el esfuerzo titánico que realizan día a día y etapa tras etapa. El corte de la cinta que dio salida a la etapa lo realizó el máximo dirigente de la ciudad, Leocadio Marín, acompañado por el director de la Vuelta a España, Javier Guillén, y el presidente de la Diputación Provincial de Jaén, Francisco Reyes. La salida neutralizada recorrió las calles de la ciudad para provocar el delirio entre los aficionados que no pudieron acceder al parque cerrado y disfrutar del rápido paso del pelotón. No solo la ciudad baezana estaba “nerviosa” por el paso de la Vuelta, sino que la ciudad patrimonial de Úbeda, por la que también pasaron los corredores, también amaneció expectante y palpitaba al ritmo del deporte de las dos ruedas. La Avenida Cristóbal Cantero estaba abarrotada de miles de personas que, a pesar de las altas temperaturas, esperaron cerca de dos horas para ver pasar de cerca al pelotón y jalear a los ciclistas. La ocasión merecía el esfuerzo. Contador, Valverde o Froome no pasan todos los días ante sus ojos.