Fiasco mayúsculo de España ante una Italia muy superior

La selección “azzurra” deborda en todos los conceptos del juego a la bicampeona de Europa, de la que no queda prácticamente ni rastro

28 jun 2016 / 12:30 H.

Italia quitó la corona a una irreconocible España que no podrá revalidar su título en Francia 2016, tras caer (2-0) en el partido de los octavos de final, disputado en el Estadio de Saint Denis, en las afueras de París, y puso fin a la exitosa ‘era Del Bosque’, con una Eurocopa y un Mundial en su currículo. Los de Conte, muy superiores esta tarde, se enfrentarán a Alemania el próximo sábado 2 de julio (21:00 horas) en Burdeos en los cuartos de final y se tomaron la revancha de la afrenta (4-0) de la final de la Eurocopa de la edición anterior, la de 2012, uno de los mejores encuentros de la videoteca nacional.

Del Bosque siguió fiel a su librillo y repitió “once” por cuarta vez consecutiva. Un hecho de hemeroteca. Cuatro partidos, los mismos protagonistas. No le importaron al seleccionador el cansancio y las dudas que despertaron Croacia —ya fuera de concurso eliminada por la Portugal de Cristiano y Pepe— en la segunda parte del último encuentro de la primera fase. De Gea y los mismos diez de siempre en este campeonato. Y España parecía aún sumida en el letargo en el que le sumieron los balcánicos. Con mucho menor ritmo que su rival, “La Roja” se vio superada en el arranque por el aluvión de agua y de juego que le cayó encima. De Rossi andaba suelto en el centro del campo y distribuía a su antojo. El mundo al revés: Italia parecía España, y los de la piel de toro, acomplejados y arrinconados, su rival.

Un remate de Eder y otro de Pellè en una falta lanzada por Florenzi hicieron a De Gea achicar agua en la portería. España abusaba del balón largo hacia Álvaro Morata, incapaz de superar a los tres centrales italianos. No era capaz la campeona de hilvanar dos pases seguidos ante la presión que ahogaba su inexistente juego de toque. Tardó casi 20 minutos para que Cesc chutara por vez primera a un inédito Buffon. Antes del mismo, Parolo cabeceó fuera un balón y Ramos estuvo cerca de meter en propia puerta un mal despeje. Una falta cometida por el central del Real Madrid fue el germen de lo que se avecinaba. Un chut poderoso de Eder y el rechace que no aciertan a despejarlo De Gea ni Piqué antes de que Chiellini pusiera en ventaja a los de Antonio Conte. Justo premio para el despliegue italiano antes del descanso. Incluso, la brecha pudo aún sangrar más para una desconocida campeona si De Gea no alargara aún más sus enormes brazos para enviara a córner una contra culminada por Giaccherini, en el minuto 44. La mejor noticia para la campeona, desbordada y prácticamente reacción, fue la marcha a la caseta.

Del Bosque movió sus piezas para cambiar el rumbo de un guión imprevisto. Nolito se quedó en el vestuario y España jugó con dos puntas falsos, con la salida de Aritz Aduriz y Morata por el flanco izquierdo, para mejorar el juego aéreo y fijar aún más a los centrales italianos, muy cómodos en los primeros 45 minutos. Morata y Piqué remataron en sendas faltas, y Cesc disparó de lejos para ilusionar un poco a la hinchada de la Roja, esta tarde de un blanco desconocido como lo era el juego de la campeona. España mejoraba su versión, pero los espacios eran muchos y cada pérdida era un contragolpe peligroso de la “azzurra”. De Gea volvió a ser milagroso al neutralizar un mano a mano de Eder, con apenas diez minutos de segunda mitad. Lucas Vázquez entró por Morata para tratar de desatascar el juego en ataque de una España que empezaba a acumular méritos para la igualada. Italia seguía aplicada en la presión, pero ya llegaba tarde. Iniesta pudo ser milagroso en una volea tras una asistencia de Vázquez. Pudo serlo Piqué como a los checos pero su disparo se estrelló en Buffon. Las desgracias se acumulaban con la lesión de Aduriz, reemplazado por el reivindicativo Pedro. El arreón final no bastó a la campeona, que acabará cediendo la corona.