Éxitos a base de pico y pala

Son tantas las veces que el público de La Salobreja y Francisco Javier Solano se han dedicado gestos de amor que lo que se vivió en la vital victoria de los locales sobre el Santiago Futsal (3-2) se puede definir como las bodas de plata entre el cordobés y el respetable jiennense. Tras la gesta en forma de triunfo en el complicadísimo feudo del Inter Movistar, el pívot de los amarillos fue llamado por el combinado nacional, y debutó con un gol en la victoria de la selección sobre Moldavia (7-0). Ayer, el público quiso agradecerle este valioso paso con su carrera de la mejor manera posible: en forma de cálidos aplausos y vitores constancia hacia el “crack”. Este, siempre agradecido a la “marea amarilla”, respondió con un gol y con una dedicatoria en la que señaló a todas las personas que abarrotaron, como ya es costumbre, el pabellón de La Salobreja. Un idilio que promete muchos hijos en forma de goles y éxitos para el equipo.

El número 23 fue, por tanto, protagonista. Pero no el único. Mauricinho se destapó como pieza indispensable en la victoria, con su doblete ante los gallegos. Es un delicia observar cómo esconde el esférico, con su potente tren inferior, con el que ejerce de muro como si fuese La Roca de “Los Cuatro Fantásticos”. Y es que el equipo, al igual que el cómic de Marvel, funciona a las mil maravillas, y mantiene la cuarta plaza en la clasificación. Dani Rodríguez se desgañitó en la banda y fue imprescindible, con sus decisiones tácticas, en la victoria local. También se ha de reseñar el papel de la defensa, con algunos buenos cortes a ras de suelo. Los gallegos, aunque con momentos con excesiva saña y dureza, plantaron cara y demuestran que, salvo milagro, mantendrán la categoría. En el primer tiempo, Antonio Diz —un viejo rockero— puso el 2-1 en el electrónico del pabellón, mientras que Armando —muy polémico— puso el segundo tras regatear a Javi Alonso. Precisamente, el hecho de que este se encarase con el jugador local le valió una tarjeta amarilla y los constantes abucheos del público jiennense, que se mostró como una olla a presión en varios tramos del choque. Importancia victoria para el Jaén.