Escabullidos y escurridizos

    30 may 2016 / 12:00 H.

    Cuando un día se marcharon por la mañana los responsables del desaguisado en que está metido el Real Jaén con un “Adiós, muy buenas, ahí queda eso” y, por la tarde, los nuevos se llamaron a andana con la explicación (o excusa) de que no disponían de información suficiente sobre el estado, especialmente financiero, de la entidad, todos hablamos de vacío de poder, de la nada a que estaba sometido el club. El caso es, pasado casi un mes, que la situación se mantiene contradictoriamente estable, es decir, tan precaria como ese día y por tanto tan inconsistente. Tanto, que alguien podría parodiar la siguiente historia: “el otro día un pequeño grupo de amigos del Real Jaén, en calidad de tales, y hombres buenos donde los haya, algunos de los cuales tenían además la condición de accionistas, en mayor o menor grado, del club, apesadumbrados por las graves consecuencias de la situación, buscaron dinero, lo encontraron (bien se han guardado en decir en dónde) y decidieron abonar a los jugadores y demás trabajadores las deudas que la entidad tenía con ellos. No pudieron alcanzar a todos en su totalidad, pero sí consiguieron saldar una parte considerable del débito, con lo que mataron dos pájaros de un tiro: atender las justas demandas personales y evitar un grave perjuicio institucional”. Esta es la fábula, un verdadero sueño de generosidad y justicia. La polémica del 6 de mayo que dio tanto ruido parece olvidada. “Les hemos dado toda la información de que disponemos”, aseguraban los escabullidos. “Ni siquiera sabemos lo que se les debe a los jugadores; pediremos responsabilidades, si hubiere lugar, cuando conozcamos todo lo que hay”, proclamaban los nuevos, convertidos también a su vez en escabullidos. De donde se deduce que, a estas alturas, no hay más que escurridizos por todas partes. Eso sí, coinciden todos los que hablan, el barco no se hunde. Dicen los sociólogos que hay dos tipos de conductas: las expresivas y las instrumentales. Las primeras son las que todo es “emociones y amores” y, solas, no conducen a ninguna parte. Las instrumentales llevan un método. Mucho amor y demás al Real Jaén, pero, mientras las cosas no se pongan en orden, y haya responsables y una estructura legal, hay que tentarse la ropa.