Entre la obligación y la fábula en Saint Denis

    03 jul 2016 / 11:35 H.

    La selección islandesa busca hoy continuar con su halo de protagonismo en la Eurocopa de Francia en su duelo de cuartos de final ante el conjunto anfitrión, una cita que podría ser histórica para la isla del noroeste de Europa, la gran revelación entre los candidatos al título del Viejo Continente.

    Islandia tiene la misma población que La Rioja, unos 320.000 habitantes que están enloqueciendo con la hazaña de su selección en Francia. Acostumbrados al balonmano, deporte nacional, el desempeño de sus “soldados” en la Euro está siendo el gran acontecimiento del país en los últimos años. El 99,8% de la población siguió por televisión el histórico pase ante Inglaterra, mientras que un 10% de su gente está presenciando la participación de los suyos. Una locura que ha convertido a Islandia en la selección a la que se agarra todo aficionado si la suya ya está de vacaciones. Las paradas de Halldórsson, un buen seguro hasta la fecha, y la capacidad anotadora de su última línea —todos los goles los han marcado jugadores diferentes— permiten a Islandia seguir soñando para meterse entre las cuatro mejores selecciones de Europa, por mucho que Francia sea su próximo rival.

    Poco importa a los islandeses este factor. “Me gustaría terminar como el Leicester City. Ellos aprovecharon sus puntos fuertes y eso intentaremos también nosotros”, expresó el seleccionador islandés Heimir Hallgrimsson. Enfrente estará una Francia que siempre que ha sido anfitrión ha salido triunfadora en las tres últimas decadas. Los de Didier Deschamps, una vez recuperados del susto ante Irlanda, afrontan la cita conscientes de que no pueden fallar ante un combinado al que se han medido en once ocasiones y le han vencido en ocho.