El técnico de los 80.000 kilómetros

Carlos Terrazas vive momentos de felicidad en el Mirandés y aún es recordado por su etapa en el Real Jaén

21 ene 2016 / 09:36 H.

En cada equipo que dirige deja su sello personal. Es un técnico que tiene pasión por el fútbol y que realiza una media de 80.000 kilómetros al año con el único objetivo de ver partidos y reclutar jugadores para sus conjuntos. Es Carlos Terrazas Sánchez (Bilbao, 1962), un licenciado en Derecho que nunca ha ejercido la profesión de abogado y que triunfa en el fútbol profesional con el Mirandés, un colectivo al que ha situado en cuartos de final de la Copa del Rey tras eliminar de forma consecutiva al Málaga y al Deportivo de La Coruña, dos equipos de Primera División. Ese peregrinar por el territorio nacional pudo traerle consecuencias trágicas, ya que hace doce años sufrió un accidente de tráfico que le paró dos veces el corazón y le provocó secuelas en el brazo izquierdo. En ese momento volvió a nacer, pero no cambió su filosofía y la forma de entender el fútbol. Terrazas ve hasta tres partidos los fines de semana. Esa secuencia es conocida en el Real Jaén. El técnico estuvo un año y medio en el cargo. Llegó en sustitución de Fernando Campos, que presentó su renuncia el 30 de octubre de 2007 cuando el equipo estaba en el último puesto de la clasificación con solo cinco puntos sumados en diez partidos. En su primer discurso dijo con claridad que el equipo se iba a salvar sin problemas y así fue, porque el colectivo salió de la delicada situación sin dificultad alguna y sentó las bases para un proyecto ambicioso en la campaña 2008/2009. Para ello Terrazas continuó con ese espíritu viajero que lo llevaba de una punta a otra del país. También siguió las evoluciones de los jugadores de las categorías inferiores. Con su inconfundible traje de rayas acudía al campo Sebastián Barajas. Pretendía pasar desapercibido y en la mayoría de las ocasiones se sentaba solo en la grada. Era Terrazas en estado puro, una persona seria y educada, todo un profesional del balompié. Dicen algunas personas que coincidieron con él en su etapa jiennense que en los días de los partidos apenas comía y optaba por tomar cafés. El técnico se quedó cerca de lograr el ascenso a Segunda A y lo tocó con la palma de la mano cuando Esparza marcó el primer gol ante el Villarreal B. La historia tuvo un desenlace triste con la acción de Antonio Galera y el gol de Chando. Pero con el técnico vasco se recuperó la ilusión por el fútbol. La Victoria registró un lleno histórico con 20.000 personas y, por vez primera, se tuvo que poner gradas supletorias en el estadio. El Real Jaén, además, conquistó su segundo título de la Copa Federación tras derrotar con claridad al Rayo Vallecano B en el Estadio de Vallecas, un equipo que dirigía por aquel entonces José Ramón Sandoval, el actual preparador del Granada. Ahí no terminó su etapa en el Real Jaén. Carlos Sánchez le dio plenos poderes para realizar los fichajes, pero un 26 de agosto de 2009 saltó la sorpresa. Otra vez el Terrazas más enigmático. Anunció que dejaba el cargo por motivos personales, una vez que su equipo había sido eliminado por el Estepona en la Copa del Rey. Un argumentó que muy pocos se creyeron. Seis años y medio después los aficionados se preguntan las razones de su marcha. Carlos Sánchez, presidente blanco durante su etapa en el conjunto blanco, desveló que uno de los motivos pudo ser por su culpa. “En el descanso del partido contra el Estepona bajé a los vestuarios para animar a los jugadores y pedirles una reacción. Creo que ahí fue cuando decidió irse del Real Jaén. Traté de convencerlo por todos los medios, pero fue imposible”, se lamenta.