El Real Jaén ya sufre la dureza
de Tercera División

Con la historia y el escudo no se logran ascensos ni se cumplen los objetivos. Solo un partido bastó para conocer la dureza y el camino de obstáculos que representa la Tercera División. Todo le salió mal al Real Jaén. No completó un buen partido, no marcó los tiempos cuando domino y se vio superado por las adversidades cuando llegaron los incidentes. El resultado fue la derrota en el campo del Atarfe, un rival que en principio se conformaba con la taquilla, con más de quinientos aficionados jiennenses en las gradas, pero conforme avanzó el partido buscó de mejorar el botín. Sacó petróleo de la única ocasión que dispuso, que llegó de Sergio García en la medular. La jugada terminó en un remate en semifallo de Pablo que le dio los tres puntos a los granadinos. El comienzo fue positivo para el Real Jaén y en los primeros veinticinco minutos estuvo cómodo en el campo. Víctor Armero asumió protagonismo y tuvo la pelota, pero en zonas sin aparente peligro. Sí apareció en un lanzamiento al poste. Cervera está llamado organizar el juego con el apoyo en esta zona de Jonathan Rivera. Tiene calidad —la demostró en un lanzamiento de falta—, pero debe aparecer más. La lesión de Pico terminó de desarmar a un Real Jaén que no pudo convocar a Dani Fragoso y Migue Montes. El jugador, sustituido por Sergio García, había conectado con Nando Copete, que a partir de ese momento estuvo aislado como referente en ataque.

Los dos entrenadores fueron expulsados por una posible agresión de Jorge Moreno a Valenciano. Óscar Burgos tuvo que asumir la dirección en el banquillo. El Real Jaén gastó sus balas en la primera mitad y el marcador no se movió. El segundo periodo resultó una película de terror para el Real Jaén. Tuvo dificultades para superar a un rival que se cerró con orden y que anestesió a los hombres claves de los blancos. El único recurso alentador llegó con las incursiones de Juanlu por la banda derecha. Perdió la timidez de la primera fase y se incorporó, pero sus compañeros no aprovecharon sus pases. El Atarfe perdió tiempo, pero se encontró con un regalo. Un error en la zona medular se convirtió en un contraataque que culminó Pablo. Su compañero Alfonso, tras ser expulsado, hizo una serie de gestos a los aficionados blancos y ahí empezó un tumulto que terminó en unos incidentes lamentables entre seguidores de uno y otro conjunto, sin la presencia de las fuerzas de seguridad. Hasta Andrés Rodríguez, consejero delegado del Real Jaén, tuvo que mediar. El presidente, Tomás Membrado, asistió atónito a una pelea callejera en la que estuvieron involucrados seguidores blancos.