El Mengíbar toca el cielo de Segunda División

No podía ser otro jugador el que marcara el gol del ascenso a Segunda División. Miguel Ángel Ureña, aquel especialista que dejó su sello personal en los éxitos del Jaén FS, marcó el gol del ascenso del Mengíbar a la Liga Nacional cuando la prórroga ya agonizaba y los sufridos aficionados rojillos esperaban la dramática tanda de penaltis. El Mengíbar se ganó un puesto de Segunda División gracias a una excelente temporada en la que solo conoció una derrota en la eliminatoria de la Copa del Rey contra el Plásticos Romero de Cartagena, mientras en la Liga acabó invicto. Ahora será el poderoso caballero don dinero el que escribirá el futuro de un colectivo que merece dar el salto de categoría. Para celebrar las victorias hay que sufrir en la pista. Los rojillos trabajaron como jornaleros para vencer a un equipo tan potente como es el Castelldefels, una escuadra poderosa y que nunca se rindió en un abarrotado Pabellón Sebastián Moya Lorca. Intensidad, seriedad y respeto fueron cualidades que exhibieron los dos colectivos en la primera mitad. Tortu se encargó de marcar el primer tanto para el Mengíbar FS (once minutos), aunque los catalanes reaccionaron y Charli puso el empate en el diecisiete. Esta igualada beneficiaba a los locales, tras el dos a dos de la ida. El segundo tiempo resultó espectacular por la emoción. Idas y venidas continuas en cada meta hasta los últimos instantes. El Castelldefels recurrió al portero-jugador y por poco le sale bien la apuesta. Cívico, en el treinta y siete, logró el uno a dos casi sin tiempo de reacción. Con la eliminatoria perdida surgió la tranquilidad de Fran Peña para situar el empate a dos. Ya en la prórroga, Ureña marcó un gol histórico que valió el ascenso a Segunda.