El corremontes tosiriano

Jesús Javier Ruiz Ortega destaca en la Ultra de los Pirineos, una prueba con110 kilómetros de trazado

30 sep 2016 / 12:30 H.

El sol aún no ha salido cuando Jesús Javier Ortega Ruiz comienza los entrenamientos por la Vía Verde a su paso por Torredonjimeno. Su despertador suena a las cinco de la mañana y ahí empieza una larga jornada en la que combina el ejercicio con su puesto de trabajo en una empresa del sector del plástico en Martos. Cuando llega los fines de semana, su centro de operaciones cambia de escenario y se traslada a parajes cercanos a la capital jiennense o Jamilena. El tosiriano, de 39 años, vivió su particular vía crucis durante cuatro meses, el tiempo que estuvo en periodo de recuperación de una lesión lumbociática. Los cuidados de su fisioterapeuta, Gloria María Parras Fuertes, resultaron determinantes para recuperarse y llegar pletórico a la Ultra de los Pirineos 2016, una carrera con 110 kilómetros de recorrido y un desnivel positivo de 6.800 metros que transcurrió por el marco incomparable del Parque Natural del Cadí Moixeró, con salida y llegada en Bagá (Barcelona).

“Las manos de Gloria fueron milagrosas, porque, al no ser un deportista profesional, siempre tardas más en recuperarte al tener que compaginar tu puesto de trabajo con las sesiones de entrenamiento. Afortunadamente, la prueba se desarrolló de forma positiva y el resultado fue extraordinario”, dice con alegría. Su satisfacción no es para menos. El representante del Club Trail Mountain se clasificó en el puesto 90 de 831 participantes que tomaron la salida, cifra que después bajó a 554 por la dureza de un trazado difícil. Pero es que Ortega Ruiz terminó el 56 en su categoría, un puesto que no esperaba. Otra persona que es culpable de su excelente resultado es su entrenadora, Nerea Martínez, que reside en Navacerrada (Madrid). El plan de entrenamiento diseñado fue esencial para que el tosiriano se adaptara al recorrido con unas sensaciones positivas en todo momento. Supo dosificar el esfuerzo y combatió con valentía la noche, unas cuatro horas y media en las que las distancias se alargan y la única compañía es la linterna en la parte frontal de su cuerpo. Su moral no se resintió en absoluto y marcó un tiempo en Bagá de 18 horas, dos minutos y 20 segundos, un registro destacado en una prueba con fama internacional al ser la quinta de la World Series.

Desde hace dos años practica las pruebas de resistencia y antes de acudir a tierras catalanas compitió en los 101 kilómetros de Ronda (Málaga) y la Ultratrail de los Bosques del Sur, en Cazorla. En su perfil de Facebook pone su nombre y entre paréntesis (corremontes). Es un devorador de kilómetros y las sierras y los bosques, parte de su hábitat.