a la gente

    13 ago 2018 / 08:40 H.

    Qué complejo y aparentemente desordenado es el mundo de las emociones y los entusiasmos. Y más aún cuando se trata de hacerlo de manera colectiva, cuando el objetivo es embarcar a la gente en una ilusión, en un proyecto o en una vivencia, de apasionar a la concurrencia. El caso es que, como comentaba el otro día en estas páginas nuestro entrañable VICA, con muchas pretemporadas a sus espaldas, este año, en que se está trabajando muy bien, parece que el ambiente está tibio, que no corre por los ámbitos jiennenses el gusanillo de otras oportunidades, cuando la ansiedad traía locos a tirios y troyanos. Y, efectivamente, algo de eso hay. Basta con acercarse a la oficina del estadio, por ejemplo a renovar el carné, y se nota un clima distendido, sin colas ni apresuramientos (por otro lado, algo encomiable). La atención que dispersan a los socios los encargados del trabajo, Luis Miguel, Verónica y Michel, además de ágil y de amable, de extraordinaria profesionalidad, agiliza la gestión, pero el entorno de unos y otros aficionados no huele a pasión. (Los lectores de Pío Baroja recordarán la escena, ya citada alguna vez, de “Paradox, rey” en la que este trata de convencer a un grupo a que le sigan en una rebelión, sin demasiado éxito. Es entonces cuando le interrumpe un miembro de su equipo: “Mi querido Paradox, creo que se pierde usted en un laberinto filosófico-político-religioso. Déjeme que intente yo arengar a las masas”. Y entonces es cuando empieza la conocida retahíla de “¿Os gustan las habichuelas?, ¿y el buen tocino?” -Todos -¡Sí, sí!; -¿Os gusta el ron?, -¡Sí, sí, ya lo creo! ... Y, etc., etc. Pues bien: si venís con nosotros tendréis habichuelas a pasto, buen tocino, ron... que acaba por convencerlos y arrebatarlos: –Todos: Iremos con vosotros). No hay que pedir a la directiva que ofrezca morcilla y chorizos por cada nuevo carné pero sí sugerirle que, junto al buen hacer, ponga algo de salero en su gestión. Porque con buenas ideas y mejores sistemas filosóficos, la gente no acaba de empezar. Que ponga algo de sandunga e ingenio para acabar de animar a todos. O casi.