Voces que mantienen vivo el singular folclore de esta tierra

Panaceite cierra este viernes la celebración de su primer cuarto de siglo de vida

08 jun 2016 / 11:00 H.

Ycómo os llamáis? Les preguntó alguien aquel fin de curso de 1989 en Los Villares, antes de subirse al escenario por primera vez. Se miraron y no tardaron en coincidir y responder: Somos de Jaén, de la tierra del aceite, del panaceite. Eran un grupo de maestros, antiguos componentes de la Tuna de Peritos y algún inspector de Educación, diez o doce amantes de la música que, sin mucho pensarlo, pusieron la semilla de Panaceite, coro y rondalla que hoy, un cuarto de siglo después, es referente en la recuperación del folclore tradicional de la provincia. Los avalan diez grabaciones, un sinfín de conciertos y un trabajo incesante para no dejar morir la tradición oral con los últimos que la conservan en su memoria. Con sus canciones, dice Isabel Carmona, componente de Panaceite, al cerrar los ojos, revives los momentos más felices de tu vida, de tu niñez y sus fiestas, villancicos, melenchones y coplas que transportan a otros tiempos. Ahora celebran su vigésimo quinto aniversario, miran el camino recorrido y también hacia el futuro que les queda por andar. Quienes quieran hacerlo con ellos tienen una cita imprescindible este viernes, a las ocho, en el salón de actos de la sede central de la Universidad Popular Municipal.

A lo largo de los últimos meses ya han conmemorado este aniversario en sus conciertos y con una gran fiesta de convivencia que organizaron en Carchelejo, como recuerda la presidenta del colectivo, Antonia Aguilar. Allí, antiguos componentes y los actuales repasaron las vivencias de estos años, brindaron y, sobre todo, cantaron. Es, de hecho, lo que más les gusta y por lo que llevan juntos un cuarto de siglo. Los unieron intereses comunes y la amistad, y el tiempo y la música los han hecho una gran familia. Todo, dice Isabel Carmona, que también presidió el colectivo, lo celebran como tal, los buenos momentos y los más tristes. Recuerdan, y sienten, las desapariciones en este camino, como las de Javier Alonso, Salvador Ortiz y Carmen Tello. Ellos fueron tres de los cerca de cien componentes que, en algún momento de esta historia, han pasado por sus filas.

Entre todos, con su compromiso, han construido una intensa trayectoria marcada por la investigación y la difusión del folclore tradicional. Fue allá por 1994 cuando grabaron por primera vez sus villancicos, a raíz de una colaboración para un recopilatorio que promovió Diario JAÉN, con otros grupos de la provincia. Ellos hicieron el aguinaldo de Santiago la Espada El amigo de Juanico y Cantando van los pastores, de La Guardia. Para esa misma Navidad, grabarían su primer cassette de villancicos, Nochebuena en Jaén. Es, cada mes de diciembre, temporada alta de Panaceite y cinco de sus diez discos están dedicados a las canciones navideñas. Importantes fueron también, durante la primera década de vida de Panaceite, cada Carnaval. Participaron como agrupación, escribieron sus letras referentes a Jaén y cantaron para dar entidad y personalidad propia a esta fiesta, hasta que entró el nuevo siglo. Si hacen memoria, recuerdan también grandes momentos para Panaceite, como sus salidas al extranjero o cuando Diario JAÉN los reconoció como Jiennense del Año en Cultura, en 1996. “A partir de ahí el compromiso fue a más”, recuerda Antonia Aguilar. Siguieron investigando, cantando y uniendo melenchones, coplas y romances a su repertorio, sumaron composiciones hechas para ellos firmadas por ilustres músicos, como el baezano Martín Morales y Francisco Almagro, entre otros. Se podría recorrer la provincia entera si se unen todos los cantes que han recuperado y grabado, de Hornos a Pegalajar, de Jimena y Bedmar a Alcalá y Arjona, de Baños a Charchelejo.

Un currículum extensísimo, un gran legado que dejan para la provincia. Ahora, si miran hacia delante, su futuro como grupo es, para Panaceite, una de sus preocupaciones. Les falta, reconocen, el relevo generacional, implicar a gente más joven, entusiasmarlos en la labor que realizan desde hace un cuarto de siglo. Una labor para la que, defienden, necesitan la implicación de otras instituciones y entidades. Como la educación es uno de los pilares de trabajo —de hecho, su inmensa mayoría son maestros y profesores— este es uno de los caminos que toman para conectar con los niños. Uno de los proyectos más ilusionantes que tienen entre manos es la utilización de todo su material sonoro como recurso pedagógico. Ya trabajan, explica su presidenta, en un popurrí de canciones infantiles —que ellos mismos han rescatado buceando por la memoria de sus años escolares—, que llevarán a las aulas. Lo harán ya en el próximo curso y este mismo viernes, de mano del colegio María Zambrano y sus niños, realizarán una demostración. “Queremos difundir este material de tradición oral en los colegios, sembrar el interés entre docentes y niños para seguir investigando”, dice Isabel Carmona. El proyecto “perfecto” se completaría con la edición de un libro y una grabación en vídeo, ya que, esta vez sí, han recogido los bailes.

En este camino, como hasta ahora, seguirá siendo imprescindible fijar el trabajo de recuperación y montaje de las canciones, es decir, volver a grabar discos. El material inédito, apunta la presidenta, es ingente. Tienen cientos de canciones con las que meterse en un estudio. Pero para ofrecer este trabajo, su legado, a estudiosos del folclore u otros grupos, apuntan, también les gustaría continuar una tarea que se inició en 2005 con el Instituto de Estudios Giennenses. Publicaron dos “Cuadernos de Panaceite”, cancioneros que incorporan partituras, un mapa para interpretar estas singulares representaciones de la cultura de la que ellos tanto saben.

Reedición de sus queridas coplas
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Una sorpresa espera al público que acompañe este viernes a Panaceite en el gran fin de fiesta de su vigésimo quinto aniversario. Aunque su actividad discográfica se ha ralentizado en los últimos años —solo han publicado Recreando la tradición navideña recientemente— han querido aprovechar esta conmemoración para recuperar algunas de sus coplas más queridas ya grabadas en trabajos anteriores. Así recuerdan hasta doce composiciones: Pasodoble Panaceite, Vuelo a ti, Pasodoble a Jaén, Andaluces de Jaén, Melenchones de pique, Romance del lagarto de la Magdalena, Mayos de procesión, Romance de la cristiana cautiva, Canciones de rueda de Los Villares, Aire nocturno, La alcoba vieja y una selección de melenchones. Y este trabajo lo tendrán a disposición del público durante la actuación del viernes, en la UPM.

Aquellos grandes carnavales
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En sus inicios, Panaceite quiso dar ese sabor al Carnaval, imprimir identidad propia a esta celebración en Jaén y, durante una década, desde 1992, cada año, formaron una agrupación. Recuerdan especialmente Comodines de cornezuelo, I beros preparando y Lo que el siglo se llevó, la última formación en el año 2000 (en la foto).

Sus viajes por Europa
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Cantando melenchones y coplas, en el pleno centro de París. Las salidas de Panaceite al extranjero han sido variadas. Además de Francia, han viajado a Italia, Holanda, Suiza y Portugal, para promocionar su música en diferentes jornadas y encuentros. Por España, han visitado Galicia, Barcelona y se han recorrido toda Andalucía.